La religión, en general, consiste en un conjunto de creencias (relacionadas con el mundo y el ser humano) y un conjunto de prácticas cuyo objetivo es el de que haya una correspondencia entre la conducta del individuo y el conjunto de creencias. La religión no es una diversión que puede escogerse a nuestro antojo. Mejor, la religión es una verdad, la cual debemos aceptar voluntariamente. Para que lo veamos más claro, déjame citar la siguiente analogía: Para todos es sabido que la luz que ilumina el día proviene del sol. ¿podemos darle el estatus de teoría científica a cualquier idea relacionada con el sol que venga a nuestra mente,? Obviamente no. La forma correcta de abordar una verdad consiste en aceptarla y hacer que nuestra vida se ajuste a ella. Así que, si el dicho en cuestión, viniendo de una autoridad religiosa del Islam, realmente significó que la gente es libre de escoger la religión que le plazca, sería señal de que el Islam es una religión falsa.

El Corán, la fuente más autorizada del Islam, dice lo siguiente en relación a este asunto:

“Ciertamente, para Dios, la [verdadera] religión es el islam...”[1]

Si alguien sigue una religión distinta al islam, nunca se le aceptará, y estará entre los perdedores después de la muerte...”

De todas las religiones que hay el mundo, el islam sólo reconoce tres: El cristianismo, el judaísmo, y el zoroastrismo. El reconocimiento que el islam hace de estas tres religiones, significacomo se puede interpretar del Corán— que sus adeptos pueden seguir su práctica aun estando en un país islámico y no se les forzará a convertirse al islam, no que estas religiones sean válidas.

[1] (Corán; 3:19)

 

Fuente: EL ISLAM Y EL HOMBRE CONTEMPORANEO, (Conjunto de preguntas realizadas a Al-lamah Tabātabā’i); Editorial Elhame Shargh

www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente




Cualquier regla o doctrina que no provenga del Corán o de la Sunna es injustificada. Los artículos de la Sharia, sin embargo, son totalmente válidos. Se basan en fuentes de gran autoridad. Por lo tanto, no es permisible infringirlos con el pretexto de que son dudosos.

 

Fuente: EL ISLAM Y EL HOMBRE CONTEMPORANEO, (Conjunto de preguntas realizadas a Al-lamah Tabātabā’i); Editorial Elhame Shargh

www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente


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