Respuesta:

Oficina del Ayatul.lah Jameneî: Si fue representante también para determinar el tiempo y el monto de la dote, no tiene inconveniente, claro está en caso de existir todas las condiciones que una de éstas por precaución obligatoria es el permiso del padre o del ascendente paterno en la mujer virgen.

Oficina del Ayatul.lah Makârim Shîrazî: Si también fue representante en determinar el tiempo y el monto de la dote, y lo hizo, el contrato es correcto.

Oficina del Ayatul.lah Sâfî Golpaîgânî: Si el hombre realizó el contrato matrimonial con la mujer determinando el tiempo y el monto de la dote y contando con la representación por parte de ella, pero la mujer después de un tiempo se enteró que el tiempo y el monto de la dote no fueron lo acordado y acepta, el contrato es correcto.

Ayatul.lah Mahdî Hâdawî Tehrânî: Si usted le dio total representación para que realizara el contrato de matrimonio por el tiempo y monto que él determinase, su contrato es correcto. Y si no le otorgó esa representación el contrato es correcto en caso de que después de enterarse del tiempo y el monto de la dote esté de acuerdo con el contrato y lo firme. Es decir dé permiso y lo acepte.

 




Respuesta:

El Corán y las narraciones, consideran a la fe en Dios y al alejamiento del politeísmo y de la apostasía como la primera condición de la aceptación de los actos, que sin ésta ningún acto adecuado es aceptado. En la respuesta detallada analizamos aquello que trata respecto a las causas de la destrucción de nuestros actos tales como: dejar de orar, echar en cara el favor en un acto adecuado, estar en descontento por los percances sucedidos y otros. Estos actos tienen raíz en la debilidad de la fe y la creencia de todo corazón que en caso de esforzarnos para proteger nuestra fe, nuestros actos también serán protegidos.

 




Respuesta:

El ser humano en forma natural es una criatura buscadora de Dios y buscadora de adquirir más conocimiento en cuanto a Dios, que como resultado del conocimiento que tiene de Dios suministre el propósito principal de la creación que es ese mismo culto y servicio a Dios.

Por otra parte, al igual que Dios mismo en diversas partes del Generoso Corán dijo dirigiéndose al ser humano: “la parte del conocimiento de la cual se beneficia la humanidad es mínima”, entonces inevitablemente el ser humano está necesitado de seres humanos que por su mérito y favor especial Divino se encuentre abiertas para ellos algunas de las puertas de los conocimientos, y a través de Dios aprendan todo aquello que la humanidad necesita, y ellos son los enviados Divinos y los mensajeros de Dios.

Después de los Profetas, sus sucesores, es decir los Inmaculados Imames (P) esos elegidos por Dios, continuaron el sendero de los Mensajeros portadores de una Escritura Sagrada. Aquellos que en forma exacta recibieron del Profeta Muhammad (BP) las órdenes Divinas, al igual que maestros compasivos guiaron al ser humano, y puesto que tenían conocimiento de todo aquello que la humanidad necesitaba pudieron responder al intelecto indagador del hombre, para que con la ayuda de ellos la humanidad pudiese salir del barrizal de la ignorancia y el oscurantismo.

Entonces en verdad si no hubiesen habido las enseñanzas de los Profetas y después de ellos las de los Inmaculados Imames (P) la humanidad no sólo no conocería en forma perfecta a Dios sino que tampoco podría adorarlo en la forma digna que Él merece.

 


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