Respuesta:
El vocablo “ajlâq” (moral) desde el aspecto lingüístico es el plural de “julg” (carácter, moralidad) bajo el significado de “juî” temperamento, “tab’” naturaleza, “saÿîah” disposición y hábito, ya sea que esa disposición y costumbre sea buena o fea y mala.
Los sabios de la ciencia ética y los filósofos dieron numerosas explicaciones acerca del vocablo ajlâq (moral). Una explicación que de entre las explicaciones de los sabios islámicos pueden ser un compendio y esto corresponde a: “El hábito moral (ajlâq) es una calidad para la personalidad del ser humano que de él surgen conductas adecuadas”. Para la ciencia ética se han dado también numerosas explicaciones, una de éstas es una explicación que realizó el difunto Narâqî. El en su obra Ÿâm’ Al-Sa’âdat dijo: “La ciencia ética, es la ciencia de las cualidades (hábitos) destructivas y salvadoras, y la forma de poseer una cualidad y de tener el hábito de una cualidad salvadora y liberarse de cualidades mortales”. Respecto a la perfección entre el hábito moral y la ciencia ética es necesario decir que la diferencia entre estas dos es sólo en el campo teorético y práctico. En base a esto no tendrá significado hablar de la perfección de cada una de éstas en relación a la otra.
La mayor de las realidades es Dios, el Hacedor Omnipotente del universo. Es un Dios Único, Clemente, Misericordioso, Creador, y no un ser creado ni engendrado.
La religión es un conjunto de creencias y prácticas, un mensaje proveniente de Dios con el fin de «retornarnos» a Él. La religión o mensaje divino tiene un portador al que se le denomina «Mensajero de Dios» o «Profeta de Dios».
El Profeta es el que se encarga de transmitir el Mensaje de Dios a sus congéneres. A veces a los Profetas les ha sido revelado un Libro Celestial o Escritura Sagrada, conteniendo la palabra de Dios.
Dios ha enviado Profetas a todos los pueblos a través de todas las épocas, y el mensaje ha sido siempre el mismo, por ende la religión de Dios ha sido una sola a penas con algunas particularidades acordes a las necesidades de cada tiempo y comunidad receptora del mensaje.
Si hoy vemos que hay miles de «religiones», «cultos», «formas de adoración» y «sectas» es porque ha sido la misma humanidad quien ha distorsionado el mensaje original, la palabra de Dios. Ahora bien, tampoco es adecuado calificar de «religión» a todo aquello que pretenda serlo, pues, el requisito para que algo amerite ser llamado como tal, es que provenga de Dios, y hay muchas de las llamadas «religiones» que no son más que meras obras forjadas por hombres, y un conjunto de supercherías.
Islam significa «entrega total a Dios», y la persona que tiene esta disposición hacia Su Creador, se llama «musulmán» (el que se ha entregado a la voluntad divina).
Los musulmanes creemos en el Dios Único e Incomparable, en los ángeles que Él ha creado; en todos los Profetas de Dios por medio de quienes nos han llegado sus revelaciones, desde Adán, Noé, Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, José, Job, Moisés, Aarón, David, Salomón, Elías, Jonás, Juan el Bautista, Jesús (que la paz sea con todos ellos).
Además, creemos en el día del Juicio, en la responsabilidad propia por nuestras acciones, y en la vida después de la muerte.
El Islam es el último mensaje revelado por Dios al Profeta Muhammad (la paz y bendiciones sean con él y su descendencia) a través del ángel Gabriel. Así, el Islam es la última religión de Dios, confirmación de Su eterno mensaje.
Ese mensaje está contenido en el Corán, y la tradición profética.
El Islam es la última religión de Dios y estará vigente hasta el día del Juicio, por tanto cualquier otra «religión», «culto», «forma de adoración» o «secta» ha caducado, y no tiene razón de ser. Otrosí, Muhammad (la paz y bendiciones sean con él y su descendencia) es el último Profeta de Dios, y quién después suyo aparezca proclamándose como tal, no convoca sino a algo ilusorio.
«Ciertamente, la Religión, para Dios, es el Islam» (Corán 3:19)
Atentamente,
Sheij Prof. Mustafa Al-Salvadori
Respuesta:
Los historiadores en general coinciden en que la Escritura Sagrada no menciona abiertamente en ninguna parte de su contenido el asunto de la Trinidad. En la Enciclopedia Religiosa del rumano Mircea Eliade en el vocablo “la Trinidad” escribió: “…Este asunto se ha convertido en un nuevo problema para la Iglesia, es decir encontrar un versículo en la Escritura Sagrada que compruebe la Trinidad”.
A pesar de esto algunos de los cristianos mencionan testigos de la Escritura Sagrada que según su creencia muestra la Trinidad, pero al analizarlos y reflexionando en las frases mencionadas se evidencia que estos testigos carecen de la claridad suficiente y no tuvieron éxito en la comprobación de este asunto. La falta de un texto claro acerca de la Trinidad, así como la limitación y síntesis de frases respecto a la divinidad de Jesús (P) los hizo propagar el término “hijo de Dios” respecto a este honorable, y transformar este vocablo de un significado “ceremonial” en un significado “verdadero”. Claro está durante tres siglos tuvieron conflictos dogmáticos respecto a la divinidad de Jesús (P). Cuando al inicio del siglo IV un obispo sobresaliente llamado Arrio se rebeló en contra de la creencia de la divinidad de Jesús (P)se intensificaron las disputas y cerca de 300 obispos formaron un concilio a través de la invitación de Constantino, el primer César cristiano en la ciudad de Nicea en Asia Menor en año 325 d.C. En ese concilio aceptaron la divinidad de Jesús (P) a través de la mayoría de votos, y la opinión de Arrio fue rechazada. Aunque en base al símbolo niceno (declaración dogmática) la creencia de la Trinidad era considerada uno de los fundamentos de la religión cristiana, siempre hubo quienes rechazaron esta creencia de la Trinidad.