Respuesta:
Si, las abluciones son un acto de higiene y purificación del alma y del cuerpo para la oración o para acercarse a Dios. Se realizan por lo menos cinco veces al día antes de las cinco oraciones diarias pero muchos siguiendo el ejemplo del Profeta tratan de estar permanentemente con la ablución hecha. Se la suele hacer para recitar el Corán, para suplicar algo importante o para ir a dormir y tener buenos sueños.
Se realizan con agua o con tierra seca si no hay agua disponible como en zonas áridas y desérticas, donde eventualmente puede faltar el agua. Consiste en lavarse la cara, los brazos y las manos, la cabeza en su parte superior y los pies. Además, existen otros baños rituales y de higiene corporal. Es por eso que en las mezquitas es común apreciar las fuentes de agua para este fin.
Sheij Abdulkarim Paz
Respuesta:
Señala el Sagrado Corán en el capitulo 99, denominado El Terremoto: "En el nombre de Dios, El Compasivo, el Misericordioso/. Cuando sea sacudida la tierra por su terremoto, expulse la tierra su carga. Y el hombre se pregunte: "¿Qué es lo que pasa?", ese día contará (la tierra) sus noticias, según lo que tu Señor le inspire. Ese día los hombres surgirán en grupos, para que se les muestren sus obras. Quien haya hecho el peso de un átomo de bien, lo verá. Y quien haya hecho el peso de un átomo de mal, lo verá”.
Todos musulmanes y no musulmanes tendremos que dar cuenta de nuestras creencias y acciones. Dios, no oprime y no comete la más mínima injusticia. Juzgará a los hombres de acuerdo a su esencia y no de acuerdo a lo que decían ser o creer, y estos serán testigos de lo que han hecho de bien y de mal.
Se le dirán al hombre: " / Lee tu libro / (tus acciones), hoy te bastas tu como juez". Significa que nada quedará oculto y aquel que no se preparó para ese día por que no creyó en Dios, o creyó pero no fue consecuente con ello, y pensó que podía hacer cualquier cosa, que no sería responsable ni sería interrogado, querrá volver al mundo, pero será tarde.
Un tercio del Sagrado Corán habla sobre el tema del Juicio Final, por eso es uno de los fundamentos doctrinarios del Islam. La vida después de la muerte tiene sus fundamentos en las enseñanzas de los Profetas y en la razón, ya que la vida carecería definitivamente de sentido y de justicia si todo acabase con la muerte física. La razón y la naturaleza humana de origen divino repudian el absurdo, el sin sentido y la injusticia que suponen creer que con la muerte del cuerpo acabará todo.
Al morir, el alma vive en un mundo intermedio, en árabe barzaj, que comienza en la tumba y concluye en la resurrección. Las almas morarán en el barzaj, de acuerdo a sus obras en alguno de los grados del paraíso o del infierno de esa vida intermedia. Esta vida intermedia y los distintos estados del alma, es diferente a la vida después de la Resurrección y el Juicio a partir de los cuales se abre una vida eterna sin ninguna muerte más.
Con respecto al musulmán del que me hacía la pregunta, dependerá de su creencia y acciones.
Sheij Abdulkarim Paz
Respuesta:
El Islam nos enseña que existen alimentos que son apropiados para la naturaleza del ser humano y otros por el contrario son prejudiciales para su cuerpo, su psiquis y su espíritu. Por ejemplo, las fieras salvajes o las aves de carroña no son buenas para el hombre. Lo mismo el cerdo, los animales que no son sacrificados según el rito islámico, la sangre, los reptiles, los peces depredadores.
Desde esta óptica, la razón para la prohibición del cerdo en el Islam no sería el problema de la triquinosis u otras enfermedades que pueda acarrear, sino más bien las características naturales de ese animal que son buenas para él, pero no para la naturaleza del ser humano, como lo son la vaca, la oveja, los vegetales, las frutas, los cereales, etc. El Sagrado Corán es muy explícito en la prohibición del consumo de cerdo, sin diferir de la prohibición bíblica a su respecto. Con respecto al sacrificio del animal o rito islámico que hay que observar, las normas prescriben que el musulmán sacrifique al animal, la vaca, el pollo, la oveja, el camello, mirando hacia La Meca e invocando el nombre de Dios. Una de las prescripciones es que se emplee un cuchillo filoso, para que al hacerse el corte el animal no sienta el dolor y cuando quiera reaccionar la sangre ya no le estará irrigando el cerebro de modo que no será consciente ya de nada.
Además, el Profeta ha prescrito que el animal no sufra, que beba agua y que no se le tenga cerca de donde se mata a otros animales.
En la actualidad, en los frigoríficos,en las sociedades no musulmanas desgraciadamente, se matan a los animales de un golpe y el animal no se desangra bien, por lo que toda esa tensión y adrenalina queda en el cuerpo que luego se consume.
Sin duda, es bueno que en el momento de sacrificar a otro ser para beneficiarnos de él recordemos a Dios, el Sustentador, el Benefactor, le alabemos y le agradezcamos.
Sheij Abdulkarim Paz