Como introducción a este tema de las penas y los castigos es ne­cesario aclarar que Dios es esencialmente Misericordioso, como dice la tradición islámica proveniente del Profeta: "Dios impuso Su Mise­ricordia a su ira"; o también: "Su Misericordia se impone a Su Justicia".

Ya vimos antes que Dios se presenta a Sí mismo en el Sagrado Corán como Compasivo y Misericordioso, y vimos, también que 113 de los 114 capítulos del Corán comienzan haciendo mención de estos atributos divinos y no otros, como los más próximos a su esencia. Pudo haber dicho el más Sabio, el más Poderoso, pero sin embargo dijo el más Clemente, el más Misericordioso.

Es con este espíritu que debemos mirar a la legislación islámica, cuyos castigos son siempre un último recurso con muchas condicio­nes para evitar males mayores. Una de las condiciones para que en­tren en vigor las leyes frente a los castigos es que la sociedad sea gobernada por una autoridad verdaderamente islámica que garan­tice el sistema musulmán en esa sociedad y que esa autoridad sea aceptada libremente por la mayoría de sus miembros.

 Que exista, además, un suficiente grado de educación islámica entre sus miembros, para cualquiera que estudie la historia de la vida del Profeta Muhammad (B.P.D.), podrá apreciar que las nor­mas referentes a los castigos en la parte penal de la legislación, son leyes que recién descendieron en la ciudad de Medina, después de estar los musulmanes más de trece años con el Profeta y donde se dieron las condiciones para construir en estado de acuerdo a los postulados islámicos.

De todas maneras, así y todo muchas de las normas que tienen que ver con la estipulación de penas a los delitos graves fueron dis­puestas de modo gradual, a medida que las excusas para cometer­los iban siendo cada vez más injustificadas.

No obstante, aún cuando se pusieron las penas en vigencia para delitos como el adulterio, las condiciones para su implementación fueron complejas, de modo que en la práctica es muy raro que se lleguen a implementar. Por ejemplo: es la autoridad islámica, que debe ser justa, la que sanciona y ejecuta el castigo. Por lo tanto, en todos los sistemas injustos y opresores, donde la autoridad no es legítima y por lo tanto no está de acuerdo con los parámetros islámicos, estos castigos no tendrán nada que ver con lo que el Islam propone por más que quienes lo pongan en práctica digan hacerlo en su nombre.

Además dependerá el adulterio de la edad de los que lo cometen, si están casados o son solteros, si estaban casados dependerá si han tenido relaciones sexuales con su pareja o no, si su pareja estaba dis­ponible o a su alcance o por ejemplo, estaba de viaje, lejos de su pareja. Además deberán ser vistos en el momento de la consuma­ción misma de la relación sexual por cuatro testigos justos, es decir que no se conozcan faltas graves públicas de ellos o que no sean reincidentes e insistentes en faltas más pequeñas. Quiere decir que si se presentan tres testigos y dicen haber presenciado eso, serán ellos los castigados por ofender el honor de esa persona. Pues deben ser cuatro no menos.

Deben tenerse en cuenta todas estas consideraciones, el ambiente realmente islámico, la autoridad justa, el suficiente grado de instrucción, considerando que la educación islámica es consecuente con su legislación, entonces educa en la observancia del pudor con una vestimenta especial enseñando sobre el recato en las miradas y teniendo una visión positiva del sexo, pero en el marco del matrimonio.

Además, debe considerarse el grado de exposición que deben te­ner los adúlteros, la presencia de todos esos testigos con sus condi­ciones, etcétera. Pensemos que en nuestras sociedades con su licen­ciosa permisividad es prácticamente imposible reunir a cuatro testi­gos justos que presencien un hecho de adulterio en el momento que se consuma la relación sexual. (Es decir, no basta con que digan que los han visto juntos o incluso besándose, tienen que atestiguar que han visto el acto mismo sexual consumándose.)

Por lo tanto, debemos ubicarnos en este contexto para compren­der la pena que el Islam destinó para estos casos. Es recién entonces, que un juez o autoridad islámica legítima puede sancionarlos con una pena de latigazos y si eran hombres o mujeres casadas con su pareja al alcance de ellos entonces las penas son más severas. De todas maneras al hacer tan difíciles las condiciones para su efectivi­dad, estos castigos actúan más como poder pedagógico y preventi­vo en una sociedad donde las reglas están claras y lo malo es consi­derado como tal sin ambigüedades, confusiones y relativismos.

El Profeta, atendiendo a la falta de disposición que pueden tener los hombres a aplicar castigos, dijo que la ejecución de las leyes (cuan­do se dan las condiciones) deparan más beneficios para la sociedad que una lluvia de 40 días (para la gente del desierto), debido a que una pena con justicia evita y previene muchísimas calamidades e injusticias.

No hay que creer que la legislación islámica es aplicable, descontextualizada de su referente espiritual y moral, de su marco educativo, a la situación de nuestras sociedades donde el adulterio desgraciadamente se ha convertido casi en la norma y donde la so­ciedad marcha ciega, desacralizada, hacia el abismo, salvo honrosas excepciones. No hay que hacer estas extrapolaciones de normas islámicas en sociedades islámicas porque no sería justo ni adecuado para comprender el verdadero espíritu de las normas islámicas. 

Sheij Abdulkarim Paz




Respuesta:

Evidentemente que cuando una persona pide ayuda a otra, es porque la considera capaz de poder hacerlo; dicho poder aparece de dos aspectos:

1. Algunas veces este poder, es una fuerza dentro de los límites materiales y naturales; como si pidiésemos a alguien que nos proporcione algo perfectamente posible, por ejemplo, de un vaso con agua.

2. Otras veces este poder es una fuerza misteriosa y fuera de los límites tangibles y naturales; se suele aceptar que uno de los buenos creyentes de Al.lah –como por ejemplo Jesús (P) hijo de la Virgen María– curaba las enfermedades incurables.

Sin duda cuando se está convencido de que existe un poder sobrenatural, en caso de que esta certeza se base y fundamente en la fuerza y poder de Dios, tanto como creer en una fuerza natural, nunca podrá ser considerada asociación, ya que el Todopoderoso, que fue quien dotó al ser humano de poder físico y natural, puede también otorgarle poderes ocultos a aquél de sus servidores que Él desee.

Para elucidar mejor esta respuesta, podemos decir que el poder oculto con el que cuentan los próximos de Dios se divide a su vez en dos nuevos aspectos:

1.– El convencimiento en la fuerza o poder misteriosos de alguien, aceptando su origen como una facultad genuina e independiente, de tal forma que se acepte este poder como algo propio de esa persona, no como un don Divino.

Sin duda que creer en una fuerza independiente, ajena del poder de Dios, provocará asociación, ya que se atribuye a dicha persona algo propio e independiente de Dios, siendo que Él es la fuente de todas las fuerzas del mundo.

2.– El convencimiento en la fuerza suprema de alguno de los generosos servidores de Dios, cuya fuerza se deriva del manantial de Su poderío. Los próximos –por anuencia de Dios– son solo medios para la manifestación y concreción de esta fuerza infinita, sin contar ellos con autonomía propia para llevarlo a cabo, dependiendo de Dios Todopoderoso tanto su existencia, como su fuerza suprema.

Es irrebatible que alguien que mantiene tal convicción no puede considerar a los inmaculados como a un dios ni tampoco atribuye a éstos algo propio de Al.lah, ya que en este caso son los buenos servidores, con el permiso de Dios y con una voluntad que rechaza cualquier desobediencia, los que manifiestan el don supremo que Dios les otorgó.

El Sagrado Libro dice a este respecto:

 وَ ما كانَ لِرَسُولٍ أَنْ يَأْتِيَ بِآيَةٍ إِلاَّ بِإِذْنِ اللَّهِ

"Ningún enviado es capaz de realizar un milagro, a menos que sea con el permiso de Al.lah". (Ra'd 13:38)

Esta aleya muestra abiertamente que tener una creencia como tal, no sólo rechaza cualquier convencimiento politeísta, sino que armoniza con el verdadero monoteísmo y adoración de un solo Dios verdadero.

Fuerza oculta de los inmaculados de Al.lah desde la perspectiva del Sagrado Corán.

El Libro Divino del Islam, claramente alude a un grupo de los escogidos de Al.lah quienes fueron dotados de este poder. A modo de ejemplo presentamos algunos de ellos:

1. Poder sobrenatural del Profeta Moisés (P).

Dios Todopoderoso, ordenó a Su enviado Moisés que golpeara la piedra con su bastón para que brotara de ella un manantial:

 وَ إِذِ اسْتَسْقى مُوسى لِقَوْمِهِ فَقُلْنَا اضْرِبْ بِعَصاكَ الْحَجَرَ فَانْفَجَرَتْ مِنْهُ اثْنَتا عَشْرَةَ عَيْناً

"Y cuando Moisés pidió agua para su pueblo. Dijimos: ¡Golpea la roca con tu vara!" (Al Baqarah 2:60)

2. Poder superior del Profeta Jesús (P).

El Sagrado Corán repetidas veces menciona la fuerza sobrenatural del Profeta Jesús (P); una de ellas es la siguiente:

أَنِّي أَخْلُقُ لَكُمْ مِنَ الطِّينِ كَهَيْئَةِ الطَّيْرِ فَأَنْفُخُ فِيهِ فَيَكُونُ طَيْراً بِإِذْنِ اللَّهِ وَ أُبْرِئُ الأَْكْمَهَ وَ الأَْبْرَصَ وَ أُحْيِ الْمَوْتى بِإِذْنِ اللَّهِ

"(Jesús -P- dijo): Crearé para vosotros una figura de arcilla. Entonces soplaré en ella y, con permiso de Al.lah, se convertirá en pájaro. Con permiso de Al.lah, curaré al ciego de nacimiento y al leproso y resucitaré a los muertos" (Âl 'Imrân 3:49)

3. Poder excepcional del Profeta Salomón (P).

El Sagrado Libro, respecto a la fuerza invisible que poseía el Profeta Salomón (P) dice:

 وَ وَرِثَ سُلَيْمانُ داوُدَ وَ قالَ يا أَيُّهَا النَّاسُ عُلِّمْنا مَنْطِقَ الطَّيْرِ وَ أُوتِينا مِنْ كُلِّ شَيْ‏ءٍ إِنَّ هذا لَهُوَ الْفَضْلُ الْمُبِينُ

"Salomón, al convertirse en el sucesor de David dijo: –¡Aîîuhan–Nas! (¡hombres!) Se nos ha enseñado el lenguaje de los pájaros y se nos ha llenado de abundancia. ¡Es un favor manifiesto!" (Naml 27:16)

Sin duda que se necesita de una fuerza sobrenatural para hacer brotar un manantial de una roca, como lo hizo Moisés (P); o hacer real a un pájaro, curar a los enfermos, resucitar a los muertos como lo hizo Jesús (P); o poseer el conocimiento y entendimiento de Salomón (P) para entender a las aves.

El Libro Sagrado en esta aleya y muchos otros suras, menciona el poder excepcional que poseían algunos de los fervientes servidores de Al.lah. ¿Acaso nuestra creencia en el contenido de tales aleyas es asociar alguien a Dios o una innovación en la religión?

Por todo lo anteriormente expuesto, deducimos que la creencia en el poder supremo de los próximos de Dios no quiere decir que se les acepte como dios o se les atribuya los actos especiales de Él, ya que en caso contrario, o si fuesen apreciados por su fuerza especial como dioses, el Libro de Al.lah diría que Moisés, Jesús y Salomón son considerados dioses mientras que el Sagrado Corán considera a todos los mensajeros como piadosos siervos de Dios.

En conclusión decimos que creer en el poder sobrenatural de los escogidos de Al.lah, en caso de que los consideremos respaldados en la fuerza infinita de Dios y los apreciemos como medio para manifestar el Poder Divino, no solamente refuta la idea del dualismo sino que está en plena armonía con el monoteísmo, ya que el criterio de unicidady adoración de un solo Dios quiere decir que relacionemos toda la fuerza y poder del mundo a Dios y lo aceptemos como el único manantial de todas las fuerzas y movimientos existentes.




Respuesta:

La Shî'ah para cumplir con lo dictado por el Sagrado Corán, así como con la sunnat del Profeta (BP) se basa en las siguientes fuentes para extraer su jurisprudencia:

El Sagrado Libro y la tradición del Profeta (BP) son las fuentes principales de las cuales la Shî'ah extrae su jurisprudencia religiosa, por lo cual en este escrito nos limitamos tan solo a mencionar estas dos en forma resumida.

El libro de Al.lah, el Sagrado Corán.

Los seguidores de la escuela Shî'ah consideran al Sagrado Corán como su principal fuente de jurisprudenciay pauta para conocer los mandatos divinos de Al.lah; ya que los Imames Shî'ah presentaron a este Sagrado Libro como la mejor referencia para extraer los mandatos de jurisprudencia. Por lo tanto cada dictamen debe coincidir con lo que dice el Sagrado Corán, aceptándolo en caso afirmativo y rechazándolo en caso contrario.

Imâm As Sâdiq (P), el sexto de los Imâm de la Shî'ahdice a este respecto:

«و كُلّ حديثٍ لا يوافق كتاب الله فهو زخرفٌ»

"Cualquier parecer que no concuerde con el Sagrado Corán es nulo".[1]

Este mismo Imâm transmite estas palabras del Mensajero de Dios:

«أيّها النّاس ما جاءكم عنّى يوافق كتاب الله فأنا قلته و ما جاءكم يخالف كتاب الله فلم أقلّه»

"¡Oh, gente! Aquella alocución que digan fue pronunciada por mis labios, si corresponde con lo dicho en el Libro de Al.lah, acéptenla, y en caso contrario rechácenla, que no es mi parecer".[2]

Estos dos hadices evidencian que, según lo expresado por los Imames Shî'ah, el Sagrado Corán es la fuente más fiable para extraer de él los mandatosde la Sharî'ah.

Sunnat, la tradición.

Sunnat, que es la tradición que incluye los dichos y el comportamiento del Mensajero de Dios, así como los actos corroborados por éste, es la segunda fuente cristalina de la jurisprudencia de la Shî'ah; y por separado los Imames de Ahlul Baît son declarados los transmisores de la tradición del Generoso Profeta (BP) y poseedores de su sabiduría Divina.

Evidentemente la Shî'ahpara aceptar las palabras del Enviado de Dios, considera necesario basarse en fuentes fidedignas, o en transmisiones de cronistas de narraciones fiables.

Consideramos conveniente analizar a continuación los dos temas de esta polémica:

–Argumentos para recurrir a la tradición del Mensajero del Islam (BP).

Los Imames Shî'ah además de recomendar a sus seguidores recurrir al Libro de Dios, también les aconsejaron acudir a la tradicióndel Profeta (BP), elogiando a ambos cuando se encuentran juntos. Imâm As Sâdiq (P) dijo:

 

« إذا وَرَد عليكم حديثٌ فوجدتم له شاهداً من كتاب الله أومن قول رسول الله (ص) و إلا فالّذى جاءكم به اولى به

"Cuando os llegue un hadîz, si encontráis evidencia para éste en el Libro de Al.lah y la tradición del Enviado del Islam, aceptadlo; y en caso contrario ese relato será más acreedor para su propio relator"[3](o sea que esa narración no fue dicha por el Profeta, siendo una narración creado por el cronista).

Así también Imâm Muhammad Al Bâqir (P) considera una condición legislativa el recurrir a la tradición del Profeta (BP) y afirma:

 

«إنّ الفقيه حقّ الفقيه الزّاهد فى الدُّنيا، الرّاغب فى الآخرة، المتمسّك بسنّة النّبىّ (ص)»

"El verdadero jurista será aquel que se abstenga de lo mundano, ansíe encontrar la felicidad futura y observe la tradición del Profeta (BP)".[4]

Los grandes sabios Shî'ah a aquellos que rechazan el Libro de Dios y la tradicióndel Profeta (BP) los han llegado a considerar incrédulos.

Veamos lo que opina a este respecto Imâm As Sâdiq (P):

« مَنْ خالَفَ كِتابَ اللهِ وَ سُنَّةَ مُحَمَّدٍ (ص) فَقَدْ كَفَرَ»

"Aquel que se oponga al Sagrado Corán y a la tradición del Profeta, es kaûfar –incrédulo–".[5]

Lo anteriormente expuesto demuestra que la Shî'ah, sobre cualquier otro grupo, concede suma importancia a la sunnah del Profeta (BP), invalidando, por ello, los argumentos de aquellos que les acusan de desligarse de las costumbres del Mensajero del Islam.

–Argumentos para recurrir a los hadices de Ahlul Baît.

Con objeto de probar la opinión de la Shî'ah respecto a las narraciones del 'Itrat –familia– del Profeta (BP), analizaremos los siguientes puntos de forma concisa:

a.      Condición de los hadices de los Impecables Imames.

b.      Argumentos acreditativos y necesarios para recurrir al Ahlul Baît del Profeta (BP).

a. Condición de los hadices de los Impecables Imames:

Desde la perspectiva de la Shî'ah únicamente Dios Todopoderoso tiene el derecho y poder para dictar las leyes y mandatosreligiosos para la sociedad humana, las cuales son transmitidas al hombre por medio de Su enviado. Es evidente que el Mensajero es el único medio por el cual Dios hace llegar al hombre Su mensaje y Su religión; manifestando con esto que cuando la Shî'ah se basa en las narraciones de Ahlul Baît para extraer su jurisprudencia, no quiere decir que los considere autónomos e independientes respecto a la tradicióndel Profeta Muhammad (BP), sino que la fiabilidad de las narraciones de los Imames (P) es simplemente porque exponen los dichos y el comportamiento del Enviado.

Como resultado, los impecables Imames de la Shî'ah, no hablan por sí mismos, sino que exponen la tradicióndel Mensajero Divino. Las siguientes narraciones corroboran lo anteriormente dicho:

1.– Imâm As Sâdiq (P) responde así a un hombre que le inquirió:

« مهما أجبتك فيه بشئ فهو عن رسول الله (ص) لسنا نقول برأينا من شئ»

"Cualquier respuesta que escuchéis de mí, son palabras del Profeta deDios (BP), nosotros no hablamos por cuenta propia."[6]

En otra ocasión dijo:

« حديثى حديثُ أبى، و حديث أبى حديث جدّى، و حديث جدّى حديث الحسين، و حديث الحسين حديث الحسن، و حديث الحسن حديث اميرالمؤمنين و حديث اميرالمؤمنين حديث رسول الله (ص) و حديث رسول الله قَولُ اللهِ عزَّوَجَلَّ»

"Mis palabras son las de mi padre y lo que dice mi padre es lo que dice mi abuelo (refiriéndose al Imâm 'Alî Ibn Al–Husaîn), y lo que éste habla es lo mismo que habla Husaîn Ibn 'Alî (P), y lo que manifiesta Husaîn (P) es lo mismo que declara Hasan (P), y Hasan (P) lo mismo que Amîr Al Mu’minîin ('Alî Ibn Abî Tâlib), y las palabras de éste son las mismas que dice el Mensajero Divino, y él expone lo dicho por Al.lah."[7]

2. Imâm Muhammad Al Bâqir (P) dice a Yâbir:

« حَدَّثَنِى أبى عَنْ جَدَّىْ رَسُولِ الله (ص) عَنْ جَبْرَئيل (ع) عن اللهِ عَزَّوَجَلَّ، وَ كُلَّما اُحَدَّ ثُكَ بِهذَا الْاِسْنادِ»

"Mi padre me relató una narración de mi antecesor Rasulil.lah que Al.lah le había hecho llegar por medio del Arcángel Gabriel, siendo este el documento –sanad– que siempre respalda mis narración."[8]

Las narraciones de los Imames Shî'ah son pues, clara evidencia de que éstos seguían la tradicióndel Mensajero Divino.

b. Argumentos que muestran el crédito y la necesidad para recurrir al Ahlul Baît del Profeta (BP):

Los cronistas de hadices tanto de la escuela Sunnah como de la Shî'ah aceptan que el Mensajero de Dios dejó para sus seguidores dos tesoros muy valiosos e invitó a todos los musulmanes a que recurrieran a éstos, considerándolos a ambos como la guía y salvación del ser humano: uno es el Libro de Al.lah –Sagrado Corán– y el otro el Ahlul Baît –familia–del Profeta (BP).

Seguidamente recordaremos algunas de estas narraciones:

1. Tirmidhî en su Sahîhrelata que Yâbir Ibn 'Abdul.lah Ansârî aseguró haber escuchado del Profeta (BP):

« يا أيُّهَا  النّاسُ إنّیِ قَد تَرَکتُ فِيکُم ما إن أخَذتُم بهِ لَن تَضِلُّوا: کِتابَ اللهِ وَ عِترَتی أهلَ بَيتی.»

"¡Oh, gente! Dejo entre vosotros dos cosas muy valiosas, si recurrís a ellas, nunca llegaréis a ser de los perdidos: El Libro de Al.lah y mi familia."[9]

2. También en este mismo libro de Tirmidhî encontramos:

« قالَ رَسُولُ اللهِ صَلّی اللهُ عَلَيهِ و سَلَّمَ إنّی تارِکٌ فِيکُم ما إن تَمسّکتُم بِهِ لَن تَضِلُّوا بَعدِی أحَدُهُما أعظمُ مِنَ الآخر: کتاب الله حَبلٌ ممدودٌ من السَّماء إلی الأرض و عترتی أهل بَيتی و لن يفترقا حتّی يردا علیّ الحوض، فانظُرُوا کيف تخلفونی فيهما»

"El Enviado de Al.lah dijo: –Dejo entre vosotros dos tesoros muy valiosos que si os aferráis a ellos nunca, después de mi muerte, seréis de los extraviados; uno de éstos es superior al otro, el Libro de Al.lah que es comunicador entre el cielo y la tierra, y mi familia –Ahlul Baît–. Nunca se separarán uno del otro, hasta que se reúnan conmigo en la Fuente del Kaûzar, tened cuidado de como los tratáis después de mi partida".[10]

3. Muslim Ibn Hayyây en su Sahîhtiene registrada la siguiente narración del Profeta (BP):

« ألا ايّها النّاس فإنّما أنا بشر يوشکُ أن يأتی رسول ربّی فاجيب و أنا تارکٌ فيکم ثقلين أوّلهما کِتاب الله فيه الهدی و النّور فَخذوا بکتاب الله و استمسکُوا به فَحثَّ علی کتاب الله و رغّب فيه ثمّ قال: و أهل بيتی اُذَکّرُکُمُ الله فِی أهل بيتی اُذَکّرکم الله فی أهل بيتی اُذَکِّرُکُم الله فی أهل بيتی.»

"¡Oh, gente! Soy un ser humano al cual se le acerca la visita del enviado de mi Dios ( refiriéndose al Ángel Israel que viene en busca de las almas), a quién debo darle la bienvenida; dejo entre vosotros dos tesoros muy valiosos uno de éstos el Libro de Al.lah que ilumina y encamina, seguidlo y aferráos al Sagrado Corán y mi Ahlul Baît, –el Profeta insistió en esto y continuó diciendo el– os encomiendo a mi familia, os encomiendo a mi familia, os encomiendo a mi familia."[11]

4. Otro grupo de cronistas dehadîz han registrado la siguiente narración:

«إنّی تارِکٌ فيکم الثّقلين کتاب الله و أهل بيتی و إنهما لن يفترقا حتی يردا علیّ الحوضَ»

"Dejo entre vosotros dos joyas muy preciadas, una el Libro de Al.lah y otra mi Ahlul Baît, las cuales siempre irán unidas hasta que se reúnan conmigo en la Fuente del Kaûzar".[12]

Se hace necesario recordar que es tal la cantidad de narraciones referentes a este tema que es imposible registrarlas todas en este escrito. El investigador Saîîed Mîr Hâmîd Husaîn recopiló los documentos que respaldan esta narración en su obra'Abaqâtul A’nûâr en seis tomos.

El contenido de esta narración evidencia que aferrarse al Sagrado Corán y Ahlul Baît del Santo Profeta (BP) es un asunto imprescindible del Islam, y que el olvido de las palabras y recomendaciones de su familia provoca extravío y perdición.

Después de lo aquí expuesto, nos interrogamos ¿Quiénes son el 'Itrat del Mensajero de Dios que nos ordenó que los imitásemos? Para contestar a esta pregunta, y mostrando el documento que respalda las narraciones que se exponen a continuación, analizaremos qué significa 'Itrat del Profeta (BP):

¿Quiénes son el Ahlul Baît del Profeta Muhammad (BP)?

El Ahlul Baît del Profeta (BP) son aquellos que se encuentran en un plano de magnitud superior a cualquier otro comparable, ya que el Mensajero Divino los presentó paralelos y semejantes al Sagrado Corán, gozando éstos de infalibilidad y del límpido manantial de las ciencias islámicas, pues de lo contrario se encontrarían separados del Libro Sagrado, mientras que el Profeta ha afirmado que el Corán y su familia –Itratî– nunca se separarán hasta que lleguen a él en la Fuente del Kaûzar.

Así pues, es necesario que conozcamos perfectamente al Ahlul Baît y las cualidades sobresalientes de éstos que únicamente coinciden con las que poseían los Impecables Imames de la Shî'ah, que todos ellos son 'Itrat del Profeta (BP).

Estudiando las narraciones de algunos grandes sabios islámicos demostraremos evidencias claras a este respecto:

1) Muslim Ibn Hayyây, después de citar el hadîz de Az–Zaqalaîn dice:

« لا وَايم الله إن المرأة تکون مع الرّجل العصر من الدّهر ثمّ يطلّقها فترجع إلی أبيها و قومها. أهل بيته أصله و عصبته الذّين حُرِمُوا الصّدقه بعده.»

"Îazid Ibn Haiiân preguntó a Zaîd Ibn Irqam: ¿Quiénes son el Ahlul Baît del Profeta (BP)? ¿Acaso son sus esposas? –Zaîd Ibn Irqam le respondió: ¡No!, juro por Al.lah que la mujer (refiriéndose a la esposa) únicamente acompaña al hombre durante un tiempo, pudiendo darle el divorcio a ésta quien regresará a casa de su padre y familia. Cuando el Mensajero del Islam dice "Ahl" –significa que tiene raíces consanguíneas con él–, de su descendencia, aquellos a quienes les está prohibido recibir limosna –sadiqah–".[13]

Esta narración testifica claramente que el 'Itrat del Profeta (BP) no son las esposas del Mensajero de Dios, sino que son aquellos que tienen una relación consanguínea y un vínculo espiritual con éste, y cuentan con cualidades especiales que los coloca como líder de los musulmanes y acompañantes del Sagrado Corán.

2) El Enviado Divino no sólo se limitó a describir y mencionar las cualidades y atributos del Ahlul Baît sino que también afirmó que eran en número de doce. Muslim narra de Yâbir Ibn Samurah:

« سَمِعتُ رَسولَ الله - صلی الله عليه [وآله] و سلّم- يقول: لايزال الاسلام عزيزاً إلی اثنی عشر خليفةً. ثمّ قال  کلمة لم أفهمها، فقلت لأبی: ما قال؟ فقال کلّهم من قريش»

"Escuché decir al Mensajero de Dios: –El Islam permanecerá vivo por medio de los doce Imames. –Entonces dijo algo que no puede entender; pregunté a mi padre sobre lo que dijo este eminente quien me contestó: –Todos son de la familia del Quraîsh".[14]

Muslim Ibn Hayyây también cuenta del Mensajero del Islam:

« لايزال أمر النّاس ماضياً ما وليهم إثنا عشر رجلاً»

"Los asuntos de las personas serán bien atendidos si fuesen administrados a través de sus doce califas".[15]

Estas dos narraciones evidencian lo que sostiene la Shî'ahrespecto a los doce Imames Shî'ah, que son los verdaderos guías del hombre después del fallecimiento del Gran Profeta (BP). Ya que en el Islam los doce califas, que surgieron inmediatamente después de la partida del Enviado, que fueron guías y causa de grandeza del Islam para los musulmanes, no fueron otros más que los doce Imames de Ahlul Baît; puesto que, sin tomar en cuenta a los primeros cuatro califas, los demás gobernadores de los Omeyas y 'Abbasidas, según lo que registra la historia, han sido una vergüenza para el Islam y los musulmanes.

Por ello el Ahlul Baît del Profeta (BP), aquellos que se encuentran en un plano de igualdad al Sagrado Corán y han sido presentados como los líderes de los musulmanes del mundo, no pueden ser otros mas que los doce Imames descendientes de Muhammad (BP) que fueron guardianes de la tradicióny portadores de la sabiduría de éste.

3) Amîr ul Mu’minân –'Alî Ibn Abî Tâlib (P)– también sostenía que los guías de los musulmanes debían ser descendientes de los Banî Hâshim, siendo esta otra prueba evidente para la veracidad de la creencia de la escuela Shî'ah respecto a quienes son llamados el Ahlul Baît del Profeta (BP):

«إنّ الائمّة من قُريش غرسوا فى هذا البطن- من بنى هاشم لا تَصلح عَلى من سواهُم و لا تَصلح الولاة من غير هم»

"Los Imames del Quraîsh han sido elegidos de la familia de Banî Hâshim, y ningún otro cuenta con el mérito suficiente para ser dignos del Ûalâîat(gobierno) y el gobierno de cualquier otro califa se encuentra sin fundamentos".[16]

CONCLUSIÓN:

De todas las narraciones aquí mencionadas, dos verdades saltan a la vista:

1. Es obligatorio arraigarse al Ahlul Baît del Profeta (BP) así como imitar a estos inmaculados, para obedecer las órdenes del Sagrado Corán.

2. El Ahlul Baît del Profeta (BP) que ha sido presentado como igual al Sagrado Corán y líder de todos los musulmanes, cuenta con las siguientes características:

a) Todos ellos son de la tribu del Quraîsh y descendientes del clan de Banî Hâshim.

b) Todos ellos son tan próximos al Profeta (BP) que les está prohibido recibir limosna.

c) Todos ellos gozan de la generosidad y son impecables, ya que en caso contrario estarían separados del Sagrado Corán, mientras que el Mensajero del Islam afirmó: "Estos dos –refiriéndose al Sagrado Corán y a su familia– no se separarán el uno del otro, hasta que vuelvan a mi a la Fuente del Kaûzar".

d) Son doce hombres, que después del fallecimiento del Mensajero de Dios se presentarán, uno después de otro, como ûalî y guía de los musulmanes.

e) Estos doce califas del Profeta (BP) serán la causa del poder, la gloria y estima de la grandeza del Islam.

Tomando en cuenta la descripción de las narraciones existentes a este respecto, queda claro que el Mensajero de Dios al decir 'Itratî se refería a sus descendientes a quienes recomendaba que los musulmanes obedecieran, pues, estos doce inmaculados Imames tienen una relación consanguínea con el Enviado de Dios, y los Shî'ah se sienten orgullosos de imitar a éstos en el conocimiento de los mandatos de jurisprudencia.

 

[1]. Usûl Kâfî, t. I, Kitâb Fadlil ‘Ilm, bâb il. A’jadh bil Sunnah ûa Shaûahid ul-Kitâb, hadîz núm. 3.

[2]. Ídem., hadîz núm. 5.

[3].Usûl Kâfî, t. I, Kitâb Fadlil ‘Ilm, bâb il A’jadh bil Sunnah ûa Shaûahid ul Kitâb, hadîz 2.

[4]. Ídem hadîz 8.

[5].Ídem, hadîz 6.

[6].Yâmi‘ Ahâdîz ash- Shî‘ah, t. I, p.129.

[7]. Ídem. p. 127.

[8]. Ídem. p. 128.

[9].Sahîh, Tirmidhî, Kitâb ul-Manâqib, cap. Manâqib Ahlul Baîtî an-Nabî, t. V, ed. Beirut, p.662, hadîz 3786.

[10].Ídem., hadîz 3788.

[11]. Sahîh, Muslim, séptima parte, cap. Fada’il ‘Alî-îbn Âbi Tâlib, p.122 y 123, ed. en Egipto.

[12]. Mustadrak, Hâkim, tercera parte, p. 148; As-Saûâ‘iq ul-Muhriqah, capítulo XI, primera parte, p. 149. Y encontramos el contenido de esta narración en las siguientes obras: Musnad, Ahmad, quinta parte, pp. 182 y 189, Kanz ul ‘Ummâl, primera parte del capítulo Al I‘tisâm bil-Kitâb was-Sunnah, p. 44.

[13]. Sahîh, Muslim, t.VI, cap. Fadâ’il ‘Alî Ibn Abî Tâlib p.123, ed. en Egipto.

[14].Sahîh, Muslim, t. VI, p.3, ed. en Egipto.

[15]. Ídem.

[16].Nahy ul Balâghah, Subhi Sâlih, Sermón 144.


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