Respuesta:

Él está entre los Profetas mayores, con una clara distinción:

1. Hace parte tanto de la historia del mundo como de las religiones. Su mensaje fue un factor importante en el cambio de la historia del mundo y ningún historiador duda de su existencia, ni de su papel en los sucesos a nivel mundial.

2. Es el único Profeta que presenció con sus ojos el crecimiento de su religión, hasta que fue adoptada por toda la nación.

3. Es el Profeta universal que fue enviado, no para una nación en particular -como la árabe, hebrea- sino para toda la humanidad.

“Di: “¡Hombres! Yo soy el Enviado de Dios a todos vosotros, de Aquél a Quien pertenece el dominio de los cielos y de la tierra. No hay más Dios que Él. Él da la vida y da la muerte. ¡Creed, pues, en Dios y en su Enviado, el Profeta de los gentiles, que cree en Dios y en sus palabras! ¡Y seguidle! Quizás, así, seáis bien dirigidos”. Corán 7:158

4. Su mensaje claramente se opuso a toda clase de discriminación. La eliminación de todas las barreras sociales es una parte esencial de su mensaje. Blancos, negros, rojos y amarillos son iguales.

Ninguna raza es superior a otra, y ninguna nación es inferior a otra. El hombre debe ser premiado o castigado solo por aquello que haya hecho por su propia voluntad. Pertenecer a una raza o nación no es algo de nuestra propia decisión. Nuestra distinción nos llega solamente a través de las buenas acciones.

“¡Hombres! Os creamos de un varón y de una hembra e hicimos de vosotros pueblos y tribus, para que os conozcáis unos a otros. Para Dios, el más noble de entre vosotros es el que más Le teme. Dios es Omnisciente, está bien informado”. Corán 49:13

5. Fundó y estableció, durante su vida, un poderoso Estado basado en un gran ideal. El Estado Islámico nació en una época en la cual el gobierno era un cuerpo gobernante superior a la gente y el cual imponía su propósito sin elección. La gente misma nunca concibió su igualdad con la de sus gobernantes, no creían en la igualdad de unos a otros. En las enseñanzas del Islam, lo opuesto es la Verdad. El gobierno es el producto de las creencias y principios de la gente.

6. Derrotó a todos sus oponentes y ningún grupo pudo derrotarle.

7. Declaró la libertad de religión cuando poseía el poder suficiente para privar a muchos de esta libertad. Él y sus seguidores fueron perseguidos por 13 años; nunca habló de la libertad de religión cuando fueron sujetos de persecución. Cuando derrotó a todos sus oponentes y tenía la oportunidad de castigarlos, declaró lo siguiente:

“No cabe coacción en la religión. La buena dirección se distingue claramente del descarrío. Quien no cree en los taguts (ídolos) y cree en Dios, es quien se agarra del asidero más firme, de un asidero irrompible. Dios todo lo oye, todo lo sabe” . Corán 2: 256

8. Es el único Profeta quien se declaró así mismo como el último Profeta, aquel que con su muerte daba final a la larga historia de la profecía. La profecía fue proclamada por muchos individuos después de la muerte de Muhammad (la Paz y la Bendición sea con él y su descendencia), pero ninguno fue capaz de sustentar su proclamación y hoy, después de muchos siglos desde su muerte Muhammad (la Paz y la Bendición sea con él y su descendencia) permanece en la historia como el último Profeta.

9. Es el único Profeta que introdujo al mundo un libro que no contiene ninguna palabra humana. El Corán no es un diálogo entre Dios y el hombre, como el resto de libros sagrados. Es solo la Palabra de Dios, la cual fue puesta en la boca de Muhammad (la Paz y la Bendición sea con él y su descendencia) para ser transmitido a través de la humanidad.

(Fuente: Preguntas acerca del Islam, autor: Sheij Muhammad Yawad Chirri, Editorial Elhame Shargh, 2015)




Respuesta Breve

            El ser humano puede adquirir conocimiento acerca de Dios a través de varios caminos. Este conocimiento puede surgir por medio del intelecto o del corazón. Algunas veces él – como en el caso de los sabios y filósofos –razona y entiende a través del conocimiento conceptual, en tanto que en ocasiones, como es el caso de los místicos, por medio de la intuición inmediata observa al Amado, presenciándolo directamente.

            El conocimiento acerca de Dios es análogo al conocimiento del fuego. Una persona, algunas veces entiende la existencia del fuego viendo el humo desde lejos. Otras veces, puede entender su existencia viendo al mismo fuego. Y en ocasiones puede entender y sentir al fuego como parte de su cuerpo, cuando este le quema.

            En cualquiera que sea el caso, de ambas formas, es decir, el conocimiento conceptual y el inmediato, algunas veces el camino, el viajero y el objetivo son uno y lo mismo sucede cuando uno concluye la existencia de Dios por medio de la reflexión en las Señales Divinas y en el orden existente que las permea. En otras situaciones, únicamente son idénticos el viajero y el camino, como cuando uno entiende a Dios (SWT) por medio de la comprensión del alma propia. El camino y el objetivo pueden ser el mismo, como cuando uno comprende a Dios (SWT) contemplando los Atributos y Nombres Divinos.

De estos tipos, el caso en el cual el camino y el objetivo son idénticos, en donde uno experimenta espiritualmente lo que ha entendido conceptualmente es de gran valor, puesto que el objetivo es ver y saborear.

            En los versículos Coránicos y en todo el conjunto de narraciones, han sido articulados estos tres caminos. Se ha enfatizado en que nada es más evidente que la existencia y manifestación de Dios y por lo tanto, Él debe ser aprehendido por medio de Él mismo. Él es la Luz, la interpretación de lo que es autosuficiente. Si estamos imposibilitados de verlo es debido al velo de la negligencia que cubre nuestro conocimiento inmediato y conceptual-carecemos de conciencia de nuestro conocimiento.

            Para alcanzar este conocimiento complejo (‘ilm-i murakkab) debemos retirar los velos de la oscuridad y los velos de luz de nuestras almas. Es por esta razón que se dice que Conocer a Dios es algo innato e inherente al ser humano y por lo tanto, los argumentos que se dan para demostrar la existencia de Dios, sirven solamente como recordatorios, no como pruebas. Sin embargo, debe notarse que el núcleo de la Esencia y Atributos Divinos no son comprensibles ni para el filósofo ni para el gnóstico. Por otra parte, otros aspectos de lo Divino son asequibles tanto para el intelecto del filósofo como para la experiencia espiritual del gnóstico.

RESPUESTA DETALLADA

            Al responder a esta pregunta, primero se debe presentar el medio por el cual se entienden las cosas. Estos son los sentidos físicos, el intelecto y el corazón. Los sentidos externos simplemente tratan con las apariencias y los accidentes de la cosas sin ser capaces de sumergirse en lo más profundo, y a pesar de la variedad y abundancia del conocimiento que proveen al ser humano, son limitados por el tiempo y el espacio.

            El intelecto es una facultad especial, el mayor rol que desempeña es la comprensión de los conceptos universales y en este sentido posee muchos aspectos, entre ellos el razonamiento. Pero los medios que se tienen para el entendimiento no se limitan a estos dos. El ser humano puede lograr altos niveles de conocimiento a través de otro camino y éste es el corazón. Por este camino, el ser humano puede presenciar espiritualmente la realidad de lo que otros comprenden únicamente de una manera teórica por medio del razonamiento. El esfuerzo de los místicos se concentra en percibir a Dios (Todopoderoso) de esa forma.[1]

            Desde otra perspectiva, el conocimiento puede dividirse en dos categorías generales: El conocimiento conceptual y el presencial o inmediato. El conocimiento presencial es el conocimiento al cual se llega sin la mediación de conceptos e imágenes mentales, es decir, la realidad del objeto conocido está presente dentro del conocedor. El conocimiento presencial es un tipo de conocimiento intuitivo y gnóstico, en el cual se presencia la realidad externa [no el concepto mental]

            Por supuesto, en la adquisición del conocimiento conceptual pueden ser utilizadas las premisas empíricas. Por ejemplo, reflexionar sobre las señales de Dios (Exaltado Sea) y el orden que hay en el cosmos, uno puede lograr un entendimiento acerca de Dios el cual se produce por un simple razonamiento. Pero en casos en los que uno desea alcanzar un mayor entendimiento, se necesitan puramente premisas racionales.

            En cualquier caso, debe tenerse en cuenta que en primer lugar, acerca de Dios (s.w.t) no puede demostrarse ni refutarse Su existencia recurriendo a experimentos de laboratorio o procedimientos científicos, los principios empíricos para percibir la experiencia sensorial están lejos de penetrar lo supranatural. Entonces, el conocimiento sensorial por si solo no puede resolver el problema, debe utilizarse en las premisas el proceso racional. En segundo lugar, aunque en los textos Islámicos, se ha exhortado al estudio de las Señales de Dios (Afaqui)[2], como lo dice el Corán en las Surah al-Fussilat (41), versículo 53:

سَنُرِيهِمْ ءَايَاتِنَا فِي الأَفَاقِ وَفِي أَنفُسِهِمْ حَتَّى يَتَبَيَّنَ لَهُمْ أَنَّهُ الْحَقُّ أَوَلَمْ يَكْفِ بِرَبِّكَ أَنَّهُ عَلَى كُلِّ شَيْءٍ شَهِيدٌ

Pronto les mostraremos Nuestras señales en el horizonte y en ellos mismos, hasta que sea evidente para ellos que Él es la Verdad.

(41:53)

            En una forma esto se considera un método racional, el cual implica razonamiento, no debe subestimarse el estudio de las criaturas, las señales de la creatividad y sabiduría Divina únicamente revelan que existe un ser omnisciente, omnipotente gobernando el universo, pero además, éste método no logra manifestar los atributos de ese ser, por ejemplo, si es autosuficiente o no.

            En cuanto a la comprensión inmediata e intuitiva, puede concebirse de tres formas: Un conocimiento inmediato de la causa de un efecto, un conocimiento inmediato de su propia esencia, del ser inmaterial y por último un conocimiento inmediato del efecto que produce la causa. El entendimiento que tienen las criaturas acerca de Dios es del tercer tipo. Y la debilidad del ser humano para poder conocer a Dios (s.w.t) es proporcional a su debilidad ontológica. Es así como la Esencia Sagrada está próxima a todo, pero acercarse a Él depende de los grados y límites existenciales que poseen las criaturas.

            El gran erudito Muhaqqiq Tusi hace una analogía apropiada con respecto a los grados del conocimiento que se pueden tener acerca de Dios (s.w.t). Él dice que el conocimiento que uno tiene de Dios (s.w.t) se asemeja al conocimiento que uno tiene del fuego, la forma más limitada en la que alguien puede describir al fuego, es alguien que solamente lo ha visto. Una forma más avanzada de entendimiento de lo que es el fuego, es cuando se observa el humo. El tercer nivel es sentir el calor y presenciar la luz que irradia. El nivel último es saber que el fuego quema hasta convertir en cenizas las cosas.

            Vale la pena mencionar que cuando se habla del conocimiento acerca de Dios (s.w.t) podemos referirnos bien sea a demostrar Su existencia o contemplar Sus atributos. En ambos casos podemos recurrir al intelecto y utilizar el conocimiento conceptual para entender intelectualmente, o podemos transitar la ruta del corazón, para embarcarnos en el conocimiento intuitivo inmediato y poder percibir. Lo que primero mencionamos se denomina burhan y lo otro, Irfan. Sin duda alguna, el método que prevalece en la revelación mística (gnóstica) cuenta con aspectos muy valiosos de los cuales carece el razonamiento filosófico.

            De cualquier forma, sin importar si atravesamos el camino del intelecto o el del corazón, existen tres caminos para llegar al conocimiento acerca de Dios (s.w.t) En otras palabras, el viaje gnóstico o intelectual del filósofo o del viajero espiritual respectivamente puede ubicarse en una de las tres categorías:

            El viajero espiritual (salik), el camino o la ruta (maslak) y el objetivo (maslk’ilaih) son diferentes; es como cuando uno llega a la conclusión que Dios (s.w.t) existe, por medio de la observación y contemplación del orden y armonía del universo, comprendiendo que todas las cosas están necesitadas y por lo tanto debe existir algo que no necesita de nada, de la cual dependen las primeras, y éste ser es el Originador de todo. Algunos versículos del Corán exhortan al ser humano a tomar este método.

إِنَّ فِي خَلْقِ السَّماواتِ وَالأَرْضِ وَاخْتِلاَفِ اللَّيلِ وَالنَّهَارِ وَالْفُلْكِ الَّتِي تَجْرِي فِي الْبَحْرِ بِمَا يَنْفَعُ النَّاسَ وَمَآ أَنْزَلَ اللّهُ مِنَ السَّمآءِ مِن مَآءٍ فَاَحْيَا بِهِ الأَرْضَ بَعْدَ مَوْتِهَا وَبَثَّ فِيهَا مِن كُلِّ دَآبَّةٍ وَتَصْرِيفِ الرِّيَاحِ وَالسَّحَابِ الْمُسَخَّرِ بَيْنَ السَّمآءِ وَالأَرْضِ لاَيَاتٍ لِقَوْمٍ يَعْقِلُونَ

En la Creación de los cielos y de la Tierra y en la diferencia entre la noche y el día, en la nave que surca el mar con lo que se beneficia a la gente, en el agua que hizo descender Dios de los cielos con la cual vivifica la tierra tras haber estado muerta, diseminando por ella todo tipo de animales; en la variación de los vientos y en las nubes situadas entre el cielo y la Tierra, hay ciertamente, señales para la gente que razona.

(2:164)

            El viajero y el camino son uno mismo, como cuando uno contempla al mundo dentro de uno mismo, formulándose preguntas tales como: ¿Por qué algunas tendencias e inclinaciones no están bajo mi control? ¿Por qué no puedo domar mi mente salvaje como para controlar los recuerdos que trae?

El Imam ‘Ali ibn Abi Talib (a.s.) hace alusión a este método en las siguientes palabras:

“Quien se conoce a si mismo en realidad ha conocido a su Señor”[3]

            El camino y el objetivo son uno mismo. Es decir, el viajero (el filósofo o el viajero espiritual) por medio de la contemplación del destino final, descubre el objeto de su anhelo (maqsud). Esta es la forma más profunda de entendimiento, puesto que trasciende los niveles de la realidad exterior y va más allá de los viajes introspectivos, entonces, se percibe o entiende por medio de la contemplación del Testigo Absoluto y éste es Dios (s.w.t)

El Corán dice:

أَوَلَـمْ يَكْفِ بِرَبِّكَ أَنَّهُ عَلـى كُلِّ شَيءٍ شَهِيدٌ

¿No es suficiente que tu Señor sea evidenciado en todas las cosas?

(41:53)

Primero, Él es presenciado, comprehendido y luego (bajo Su Luz) todo lo demás, porque Él es la Luz de los Cielos y de la Tierra. La Esencia de la Unicidad (Dios) es la evidencia y prueba más clara de Él mismo y como tal, hace que sea innecesario un intermediario para comprenderlo.[4]

قَالَتْ رُسُلُهُمْ أَفِي اللٌّهِ شَكٌّ فَاطِرِ السَّمٌوَاتِ وَالأَرْضِ

Sus mensajeros dijeron: “¿Dudas de Dios, el Creador de los cielos y la Tierra?”

(14:10)

Es por eso que cuando se dirige a Su Mensajero (El Profeta Muhammad) dice:

 

لَقَدْ كُنْتَ فِي غَفْلَةٍ مِنْ هٌذَا فَكَشَفْنَا عَنْكَ غِطَاءَكَ فَبَصَرُكَ الْيَوْمَ حَدِيدٌ

Ciertamente, no prestabas atención a esto. Así pues, hemos apartado de ti tu velo y hoy tu visión es aguda.

(50:22)

El velo es removido del individuo, no de la realidad o de Dios (s.w.t)

            En la famosa Suplica de ‘Arafah, el Imam al-Husein ibn ‘Ali (a.s.) maneja ése método. Dice:

“Oh Dios, ¿Acaso otros poseen una luz que Tu no tengas para que irradien esa luz sobre Ti? ¿Cuándo has estado ausente como para necesitar de una demostración? ¿Cuándo has estado distante como para que Tus efectos y criaturas nos movilicen hacia Ti?”[5]

Lo mismo se observa en este verso:

“Nunca Te has alejado como para que deba buscar Tu Presencia. Nunca has estado Oculto como para que yo deba hacer que Te manifiestes”.

            Y de nuevo en palabras del Imam al-Husein (a.s.): “Ciego es el ojo que no Te percibe…eres Tu con Quien busco la Unión, y es Tu propia existencia que busco como prueba de Tu existencia”. En esta frase, se expresa que para el viajero espiritual, Dios (s.w.t) es más evidente que el cielo, la tierra, las hojas de los árboles, etc.

            El Imam Ya´far as-Sadiq (a.s.) hace alusión a este punto en las siguientes frases: “Cuando alguien está presente y manifiesto, primero lo conocemos por sí mismo, luego lo conocemos por sus atributos. Pero cuando algo está ausente, el conocimiento de sus atributos precede al conocimiento de su esencia…Como en el caso del hermano de José, analizaron a Yusuf y entendieron que era él (el Profeta José hijo de Jacob). Le preguntaron, “¿En realidad eres José? No formularon su pregunta con rodeos de otra forma[6], queriendo con esto decir, que reflexionaron sobre las cualidades de la persona que tenían en frente y comprendieron que era Yusuf. No le preguntaron a nadie para identificarlo”.[7]

            Entonces, su existencia total depende de la Esencia Necesaria y es imposible visualizar la relación [la criatura, como se dijo anteriormente, el ser contingente no es nada más que esa relación] sin el objeto al cual está relacionado (marbut ‘ilayh). Es decir, entender el efecto independiente de su causa es algo imposible. Por lo tanto, el entendimiento de todo, inclusive, los simples seres materiales, es concomitante con el entendimiento del Ser Necesario.

            El conocimiento es de dos formas: Simple Y Compuesto, así como la ignorancia es de dos formas. El Conocimiento Simple es el conocimiento que uno tiene de un tema sin estar consciente de la existencia de ese conocimiento. El conocimiento Compuesto es cuando el conocimiento que se tiene se percibe y uno lo capta, entonces, es cuando se sabe que sabe. Creemos que en todos los seres humanos existe un conocimiento acerca de Dios (Todopoderoso); puede ser conceptual o presencial y el objeto de ese conocimiento puede ser cualquier cosa. Es cuando uno entiende o capta algo, ya sea por medio del conocimiento presencial o conceptual, entonces habrá comprendido a Dios junto a ese conocimiento.[8] El Corán dice:

Es Conocido para todo aquel que le ignora.

            Inclusive, la persona que duda, percibe a Dios antes de percibirla, porque Dios es la causa de su duda, entonces, ésta no es nada más que una relación con Dios. Es cierto, algunos no son conscientes que conocen a Dios como tal y por lo tanto se distraen con respecto a esta percepción necesaria.

            Entonces, cuando el Imam Ali ibn Abi Talib (a.s.) dijo: “No puedo ver algo sin antes ver en ello a Dios” o “No adoro a un Dios el cual no pueda ver “[9], era consciente de su conocimiento. Pudo captar la verdad de la aleya:

فَأَيْـنَمَا تَوَلُّو فَثَمَّ وَجْهُ اللٌّهِ

“…A donde sea que os dirijáis está el rostro de Dios” (2:2115)

            No se puede contemplar el rostro sin mirar primero al que lo posee. Fue un místico perdido en la adoración a Dios, logrando presenciar en este mundo a ese Ser frente al cual todo lo demás está oculto, siendo Él, el Creador, El Manifiesto. Por eso dijo:

لَوْ کُشِفَ الْغِطَاءُ مَا ازْدَدْتُ يَقِيناً.

“Si se levantaran los velos, mi certeza no aumentaría más”.[10]

            Se le llama Velo a todo aquello que es obstáculo para la visión o el entendimiento. Un Velo puede ser de oscuridad o de luz. Con respecto al velo de oscuridad, es decir el velo de la materialidad, existen tres elementos:

  • El sujeto del cual se oculta el asunto en cuestión
  • El Velo
  • El objeto que está oculto

            Pero con respecto al velo de luz hay solamente dos elementos:

            Lo que ha sido ocultado y el sujeto del cual se oculta el asunto en cuestión. En el segundo caso, la oscuridad es el resultado de la intensidad del brillo de lo velado, o en palabras más concretas, como resultado de la debilidad de percepción por parte del sujeto. A manera de analogía, algunas veces somos incapaces de mirar al sol, debido a un obstáculo, tal como una pared o el polvo, o en otras circunstancias, debido al brillo intenso del sol, el cual es en realidad el resultado de la debilidad de la propia visión.

            Un poeta dijo: “El velo que oculta Tu rostro es Tu Rostro siempre; Estas oculto del mundo porque Eres demasiado Evidente”.

ليْسَ بَينَهُ وَ بَينَ خَلْقِهِ حِجَابٌ غَيرَ خَلْقِهِ...

            No hay obstáculos entre Dios y Sus criaturas, excepto Sus Criaturas.[11]

            Si el ser humano triunfa en su esfuerzo por quitar los velos de la oscuridad, del egocentrismo y el deseo vano, solo así logrará eliminar los velos de luz.

            Es por esto que en la Suplica Sha’banyyah, le pedimos a Al-lah desgarrar los velos de la luz.[12]

وَ أَنِرْ أَبْصَارَ قُلُوبِنَا بِضَيآءِ نَظَرِهَا إِلَيكَ حَتَّى تَخْرِقَ أَبْصَارُ الْقُلُوبِ حُجَبَ النُّورِ فَتَصِلَ إِلـى مَعْدِنِ الْعَظَمَةِ

            A parte del Profeta y de Ahlul Bayt (a.s.) nadie es capaz de desgarrar todos los velos de la luz. Por su puesto, el Núcleo de la Esencia Divina así como de sus Atributos es inexpugnable inclusive para ellos.

وَيُحَذِّرُكُمُ اللٌّهُ نَفْسَـهُ

Dios os advierte que tengáis cuidado con Él

(3: 30)

 

            Por lo mismo, son ellos mismos velos de luz para poder ver la Esencia Divina, porque un ser contingente no puede escapar a ser limitado, ellos también miran a Dios desde la perspectiva de sus propias existencias limitadas.

            Por lo tanto, el conocimiento de todo ser que puede conocer es limitado dentro del marco de su existencia y hasta tal punto que lacera los velos. El Imam Ali (a.s.) dijo al respecto:

... لَمْ يَطَّلِعِ الْعُقُولَ عَلى تَحْدِيدِ صِفَتِهِ. وَلَمْ يَحْجُبْهَا عَنْ وَاجِبِ مَعْرِفَتِهِ...

“Los intelectos nunca podrán alcanzar al núcleo y el circulo de Sus Atributos. Sin embargo no existe un velo que obstaculice al ser humano para poder entender el nivel necesario del conocimiento de Dios.[13]

Es decir, por una parte, todos los seres existentes en el mundo de la contingencia son señales De Dios y como tal sirven de espejo para reflejar una imagen verdadera (lo Divino) pero al mismo tiempo, no se separan de lo Divino. Básicamente, no desempeñan otro papel más que reflejar la belleza de lo Divino, aunque “los niños” (haciendo referencia a personas inmaduras espiritual e intelectualmente) los perciban como entidades separadas.

            Por otra parte, “Quienes están parados en los ápices de lo intelectual no lo pueden percibir y aquellos que se sumergen en las profundidades de la agudeza no Lo pueden alcanzar. Su Esencia ni se doblega ante el raciocinio del Sabio ni ante la experiencia espiritual del Gnóstico, por lo tanto ambos admiten su incapacidad. Esta incapacidad surge porque comparar lo contingente con lo que no lo es, es como comparar la finitud con lo infinito.

            Por último, debe decirse que en el conjunto de narraciones Islámicas se hace alusión a un conocimiento innato de Al-lah. El Conocimiento innato es del tipo intuitivo y presencial, como se explicó anteriormente.

            Existen dos tipos de cualidades innatas en el ser humano; las percepciones innatas (que posee todo ser humano antes de cualquier tipo de educación) y las inclinaciones innatas (las cuales son parte de la naturaleza de todo ser humano). Las primeras son conocidas como “El Conocimiento Innato de Al-lah” y las segundas como “La Adoración Innata a Dios”. Pero, como se dijo anteriormente, no se encuentran presentes a un nivel consciente en la mente humana como para generar un esfuerzo racional innecesario (para conocer a Dios). Sin embargo, puesto que el conocimiento de Dios es innato, los argumentos que se dan a favor de Dios sirven en realidad como mención y no como pruebas reales. En el proceso de demostrar algo, uno entiende que ha adquirido un conocimiento el cual antes carecía. Pero cuando se nos recuerda algo, es hacernos conscientes que uno había olvidado algo a lo largo del camino, aunque fuese inconscientemente. Es por eso que el Corán y en las narraciones, se menciona siempre la importancia de quitar los velos de la negligencia. Y todo aquello que lo saca a uno de ese estado de olvido es un recordatorio no una demostración o prueba.

 

Fuente: Fe y Razón; Preguntas de Teología Islámica, Por: Ayatolá Mahdi Hadavi Tehrani

www.islamoriente.com

Fundación Cultural Oriente


[1] Aunque es imposible lograr el entendimiento y la certeza basado en tradiciones y evidencia a la vez; pero en este caso es necesario haber demostrado previamente tanto el hecho de que las narraciones en cuestión fueron citadas correctamente a partir de los dotados de autoridad (evidencias), tales como los Imames Infalibles en la tradición Shi’a 12 Imamita y le hecho de que dichas narraciones poseen un valor cognitivo. Es solamente entonces cuando pueden utilizarse como criterios por medio de los cuales se logra juzgar los descubrimientos del intelecto o del corazón.

[2] Signos Macro cósmicos. Es decir, los indicios que están al exterior del cuerpo y mente del ser humano.

[3] Yawahir al-Saniyyah, pág. 116.

[4] أَوَلَـمْ يَكْفِ بِرَبِّكَ أَنَّهُ عَلـى كُلِّ شَيءٍ شَهِيدٌ (41:53)

[5] Bihar al-Anwar, vol. 95, pág. 226. Ver También Mafatih al-Yinan

[6] Se debe señalar que en el idioma Persa y en árabe cuando se le pregunta a una persona si es aquel que uno cree que es, se puede formular la pregunta de dos formas. Se puede decir, en el caso del árabe: a anta fulan (eres tu fualno?) o se puede decir a fulan anta (eres….usted?). El segundo caso no se usa en español o inglés, por lo tanto lo mencionado se circunscribe al idioma árabe. (Tr)

[7] Tuhaf al-‘Uqul, pág. 327

[8] Al-Tauhid por Shaykh Saduq, pàg. 143: Laa ydriku makhluqu shay-an il-la bil-lahi wa laa tudriku ma’rifatul-lahi il-la bil-lahi.

[9] Al-Kafi, vol. 1, pág.98 / مَا کُنْتُ أَعْـبُدُ رَبًّا لَمْ أَرَهُ.

[10] Sharh, Mi’ah Kalimah, pág. 52; Matlub Kul-lu Talib, pág. 3; ‘Uyun al-Hikam wa al-Mawa’izh, pág. 415

[11] Al-Tauhid por Shaykh Saduq, pàg. 170

[12] Mafatih al-Yinan

[13] Nahyul Balagha, Primer Sermón.




Respuesta Breve

            En muchas aleyas se menciona que los corazones, ojos y oídos de algunos están sellados. Khatam y tab’ (sello) significan final, estampar un sello, imprimir, producir cosas de una determinada forma.

            Qalb (El corazón), en algunos contextos denota un órgano particular del cuerpo, es decir un corazón corporal y en otros, se usa para referirse al espíritu humano, el Alma, el corazón espiritual y psíquico.

            Cuando se dice que Al-lah sella los corazones espirituales de algunos seres humanos, esto se refiere a la incapacidad que tienen algunos corazones de ser guiados, al estar sellados al entendimiento y comprensión del Conocimiento Divino por lo tanto no logran retornar al camino del bien y de la virtud. El sello de sus corazones, oídos y ojos por parte de Dios (Todopoderoso) es el resultado de su propia conducta volitiva y de haber ignorado las repetidas advertencias de Dios.

            Además, al estar sellados sus corazones,  oídos y ojos, este bloqueo abarca varios niveles y grados. Es como si la oscuridad del Pecado y el vicio invadieran sus corazones completamente, para no retornar a la virtud y la guía.  Por supuesto, esto no quiere decir que sea imposible para ellos regresar a la Luz de la fe y la guía,  la posibilidad de cambio y transformación existe hasta el último soplo de vida. Por consiguiente, no están privados de una libertad propia, pueden, por su propia voluntad,  ya sea, permanecer en el camino de la perversión o escoger el bien con una firme y decidida  determinación,  aunque cueste  mucho cambiar sus hábitos y encontrar el camino de la guía y la obediencia a los mandatos Divinos, alcanzando la Felicidad Final.

            En otras palabras, dependiendo del grado hasta el cual el corazón se ha teñido con el pecado, éste se obstruye para poder encontrar el camino de la verdad y se priva del entendimiento de los Signos de Dios  no pudiendo beneficiarse de Su Luz y Guía. Deber tenerse en cuenta que la perversión y el sellarse los corazones no es exclusivo de los incrédulos e hipócritas.

 

Respuesta Detallada.

            Primero tomaremos en cuenta dos versículos del Sagrado Corán, para posteriormente dilucidar la respuesta a la pregunta que nos hemos formulado.

 La primera aleya dice:

إِنَّ الَّذِينَ كَفَرُوا سَوَآءٌ عَلَيْهِمْ ءَأَنْذَرْتَهُمْ أَمْ لَمْ تُنْذِرْهُمْ لاَ يُؤْمِنُونَ

خَتَمَ اللّهُ عَلَى قُلُوبِهِمْ وَعَلَى سَمْعِهِمْ وَعَلَى أَبْصَارِهِمْ غِشَاوَةٌ وَلَهُمْ عَذَابٌ عَظِيمٌ

Ciertamente, a aquellos que no creen en Dios, da igual que les amonestes o que no, no creerán. Dios cerró y sello sus corazones y sus oídos, y sobre sus ojos hay un velo y les aguarda un Castigo inmenso. (2:6-7)[1]

           

En la segunda aleya nos dice:

إِنَّمَا السَّبِيلُ عَلَى الَّذِينَ يَسْتَأْذِنُونَكَ وَهُمْ أَغْنِيَآءُ رَضُوا بِاَن يَكُونُوا مَعَ الْخَوَالِفِ وَطَبَعَ اللّهُ عَلَى قُلُوبِهِمْ فَهُمْ لايَعْلَمُونَ

Pero sí contra aquellos que te piden permiso siendo ricos. Están satisfechos de estar con los que se quedan atrás. Dios selló sus corazones, así que ellos no saben.

(9:93)

            ¿Qué significan las palabras Jatm (khatm), Tab’ y Qalb?

Jatm es antónimo de Fath (comenzar o iniciar) y significa completar algo o “llegar al final”. El motivo por el cual Jatm se traduce como “sellar” es que en una misiva el sello indica su final. Una carta se sella cuando se ha terminado de escribirla, impidiendo la adición de información extra.[2]

            Tab’ también expresa el acto de sellar (en este sentido su significado se aproxima al de Jatm) también delinear, imprimir y moldear el metal en monedas.[3]

            Qalb se utiliza en el Corán en diferentes sentidos, tales como alma, corazón, el ser, intelecto, conocimiento, etc.[4] Sin embargo, puede generalmente decirse que el ser humano posee dos tipos de corazón: El corazón corporal y el corazón espiritual. El corazón material en la terminología fisiológica es un órgano muscular con una forma particular, cuya función es la circulación y purificación de la sangre, y en los seres humanos yace en la parte izquierda del pecho. El corazón espiritual es  lo mismo que el espíritu y la psiquis del ser humano. Sin embargo en la terminología ética, mística, en el vocabulario Coránico y de hadices, el término corazón se usa con el segundo significado y como tal es el conducto para la transmisión de la inspiración Divina y  la Revelación, es el medio para alcanzar el conocimiento Divino y presenciar la Epifanía de la Verdad. Es el foco de las emociones humanas  y la raíz de las intenciones y aspiraciones del ser humano.

            El punto en común entre los dos usos de Qalb se explica de la siguiente manera. Qalb, literalmente significa cambio y transformación. El corazón muscular toma su nombre de la responsabilidad que tiene para transformar la sangre y purificarla. De la misma manera en la que las emociones e intenciones humanas están en constante flujo y cambio, su Locus ha sido denominado Qalb.

 

            El sello de Dios sobre los Corazones.

            En el Sagrado Corán varios términos han sido usados para referirse a la indocilidad de los corazones de los incrédulos, hipócritas y malévolos; términos como: Jatm (sellado). Tab’ (sellado), sarf (alejado), qufl (cerrado), marad (enfermo), ray (teñido), etc. Por supuesto, cuando se dice “cerrar los corazones y su corrupción” no es exclusivo para los incrédulos e hipócritas. El corazón del ser humano, incluyendo los creyentes también se desvía y es sellado y privado de la capacidad de entender los signos Divinos en proporción al nivel que hayan sido contaminados con la polución del pecado.

            Por consiguiente, sellar los corazones quiere decir cerrar el conducto que permite recibir el conocimiento de Dios y la inspiración,  y los medios por los cuales son sellados pueden deducirse de los hadices ya mencionados.

            Zurarah narró que el Imam Muhammad ibn ‘Ali al-Baquer (a.s.) dijo:

“No existe un siervo sin que su corazón contenga una superficie transparente y pura. Cada vez que comete un pecado, aparece una mancha sobre esta superficie. Luego, si se arrepiente, esta mancha desaparece, pero si continua en el pecado, la oscuridad se expande sobre esta superficie de tal forma que al final abarcará toda la transparencia que antes había. Después, el dueño de este corazón nunca retornará al bien y la virtud. Éste es el significado de la palabra de Dios cuando dice:

لاَّ بَلْ رَانَ عَلَى قُلُوبِهِم مَّا كَانُوا يَكْسِبُونَ

¡Pero no! ¡Lo que hacían enmoheció sus corazones!”[5]

(83:14)

            Existen ciertos factores que ocasionan la acumulación de suciedad en el corazón. En el Sagrado Corán se mencionan, y estos son: La incredulidad:

وَقَالُوا قُلُوبُنَا غُلْفٌ بَلْ لَعَنَهُمُ اللّهُ بِكُفْرِهِمْ فَقَلِيلاً مَا يُؤْمِنُونَ

Dijeron: Nuestros corazones están cerrados.3 ¡No! Lo que sucede es que Dios les ha maldecido por su incredulidad. ¡Que pocos de ellos creen!

 (2:88)

 

            La desatención y continua indiferencia:

وَلَقَدْ ذَرَأْنَا لِجَهَنَّمَ كَثِيراً مِنَ الْجِنِّ وَالإِنْسِ لَهُمْ قُلُوبٌ لاَيَفْقَهُونَ بِهَا وَلَهُمْ أَعْيُنٌ لاَيُبْصِرُونَ بِهَا وَلَهُمْ ءَاذَانٌ لاَيَسْمَعُونَ بِهَآ اُوْلَئِكَ كَالاَنْعَامِ بَلْ هُمْ أَضَلُّ اُوْلَئِكَ هُمُ الْغَافِلُونَ

Ciertamente, hemos creado para el Infierno a muchos genios y humanos. Tienen corazones con los que no reflexionan y ojos con los que no ven y oídos con los que no oyen. Son como el ganado o más perdidos aun. Esos son los que están desatentos

(7:179)

 

Romper las promesas y pecar descaradamente:

فَبِمَـا نَقْضِهِم مِيثَاقَهُمْ لَعَنَّاهُمْ وَجَعَلْنَا قُلُوبَهُمْ قَاسِيَةً يُحَرِّفُونَ  الْكَلِمَ عَن مَوَاضِعِهِ وَنَسُوا حَظّاً مِمَّا ذُكِّرُوا بِهِ وَلاَتَزَالُ تَطَّلِعُ عَلَى خَآئِنَةٍ مِنْهُمْ إِلاَّ قَلِيلاً مِنْهُمْ فَاعْفُ عَنْهُمْ وَاصْفَحْ إِنَّ اللّهَ يُحِبُّ الْمُـحْسِنِينَ

 

Y, por haber violado su pacto, les maldijimos y endurecimos sus corazones. Desvirtúan el significado de las palabras y olvidan parte de aquello a lo que, con ellas, se les llamaba la atención. No cesaras de descubrir la traición en ellos, exceptuando a unos pocos. Perdónales y discúlpales. En verdad, Dios ama a los virtuosos.

 (5:13)

 

La obstinación y alterar la Palabra de Dios:

وَإِذْ قَالَ مُوسَى لِقَوْمِهِ إِنَّ اللّهَ يَأْمُرُكُمْ أَن تَذْبَحُوا بَقَرَةً قَالُوا أَتَتَّخِذُنَا هُزُواً قَالَ أَعُوذُ بِاللّهِ أَنْ أَكُونَ مِنَ الْجَاهِلِين

 

Y [recuerda] cuando Moisés dijo a su pueblo: Dios os ordena que sacrifiquéis una vaca.

Dijeron: ¿Te burlas de nosotros? Dijo: ¡Dios me proteja de ser como los ignorantes!

(2:67)

ثُمَّ قَسَتْ قُلُوبُكُمْ مِنْ بَعْدِ ذلِكَ فَهِيَ كَالْحِجَارَةِ أَوْ أَشَدُّ قَسْوَةً وإِنَّ مِنَ الْحِجَارَةِ لَمَا يَتَفَجَّرُ مِنْهُ الأنْهَارُ وَإِنَّ مِنْهَا لَمَا يَشَّقَّقُ فَيَخْرُجُ  مِنْهُ الْمَآءُ وَإِنَّ مِنْهَا لَمَا يَهْبِطُ مِنْ خَشْيَةِ اللّهِ وَمَا اللّهُ بِغَافِلٍ عَمَّا تَعْمَلُون

Tras ello, vuestros corazones se endurecieron como piedras o más aun, pues, en verdad, de algunas piedras brotan ríos y otras se agrietan y sale de ellas agua y algunas de ellas se desmoronan por temor de Dios. Dios no está desatento a lo que hacéis.

 (2:74)

 

Actuar en contra del conocimiento:

أَفَرَءَيْتَ مَنِ اتَّخَذَ إِلَهَهُ هَوَآهُ وَأَضَلَّهُ اللَّهُ عَلَى عِلْمٍ وَخَتَمَ عَلَى سَمْعِهِ وَقَلْبِهِ وَجَعَلَ عَلَى بَصَرِهِ غِشَاوَةً فَمَن يَهْدِيهِ مِنْ بَعْدِ اللَّهِ أَفَلاَ تَذَكَّرُونَ

¿Has visto a quien toma como dios a sus deseos y pasiones? Dios extravía su conocimiento y sella su oído y su corazón y pone una venda en su vista. Así pues ¿Quién le guiara después de Dios, Es que no reflexionan?

(45:23)

Causar corrupción y cortar los lazos con los familiares:

فَهَلْ عَسَيْتُمْ إِن تَوَلَّيْتُمْ أَن تُفْسِدُوا فِي الأَرْضِ وَتُقَطِّعُوا أَرْحَامَكُمْ

¿Habéis tenido en cuenta que si dais la espalda causareis corrupción en la Tierra y cortareis los lazos de sangre?

 (47:22)

Entonces, los velos que revisten el corazón y los  obstáculos  que impiden el funcionamiento del corazón, oído y visión espiritual son el resultado de las decisiones tomadas por  voluntad propia.  El Sello Divino es colocado como una forma de castigo y no es algo  gratuito, eso es algo inevitable puesto que existe un vínculo indisoluble entre la conducta del individuo, sus intenciones, pensamientos y sus consecuencias.

El motivo por el cual este esquema se atribuye a Dios es porque la relación causal entre la conducta, las intenciones y pensamientos del ser humano y sus efectos es un proceso decretado y destinado por el Poder Divino, lo cual es inmutable, excepto en casos en los que otros factores afectan al ser humano como por ejemplo: El arrepentimiento, las amonestaciones Divinas, las adversidades o la ayuda de un Amigo de Dios, ocasionando un transformación espiritual, purgando su corazón de toda la suciedad del pecado y rejuveneciéndolo con la capacidad de ser guiado.

En otras palabras, el Decreto Divino y el Destino no son más que una porción de las regulaciones que rigen al Cosmos y la necesidad de un efecto que sigue a su causa Total. En el caso de los actos volitivos del ser humano, la voluntad, la decisión y la intención se encuentran entre los componentes esenciales de la Causa Total y por esto son necesarios para generar sus actos volitivos. Cuando el ser humano realiza una determinada acción, sus efectos indudablemente dejan la impresión sobre el alma y la psiquis humana. Según esto, el ser humano mismo prepara las bases para que Al-lah selle su corazón, y por la Ley del Cosmos, sus efectos le perseguirán hasta atraparlo.

            Según lo que hemos dicho podemos resaltar que:

1.  Cuando se dice que Dios sella el corazón significa que es el resultado directo de la conducta volitiva del ser humano.

2. Puesto que sellar el corazón es parte del esquema y decreto Divino, esto se atribuye a Dios.

3. El ser humano cuyo corazón  se ha manchado con la suciedad del pecado puede añadir a su contaminación espiritual repitiendo los errores del pasado. Debe tenerse en cuenta que esta perpetuación del pecado es con su propio consentimiento.

4. Aunque es muy difícil para el pecador(a) cuyo corazón está cubierto con la mancha del pecado retornar al camino correcto no es imposible. El pecador(a) puede elegir con una firme resolución decidir  purgar su corazón y limpiar la oscuridad del pecado. En otras palabras, si el alma y el corazón del incrédulo o el hipócrita se han sellado y la oscuridad es tal que no queda espacio para la luz, debe utilizar las palabras del Sagrado Corán. Es él o ella por voluntad propia quien se ha apartado de la guía y de la luz y por ende ha cerrado la puerta del arrepentimiento.

Fuente: Fe y Razón; Preguntas de Teología Islámica, Por: Ayatolá Mahdi Hadavi Tehrani

www.islamoriente.com

Fundación Cultural Oriente


[1] Ver también (6:46), (42:24)

[2] Mayma’ al-Bayan, vol. 1, pág. 129

[3] Ibid.

[4] Al-Mizan, vol. 2, pág. 223-224

[5] Al-Kafi, vol. 2, pág. 273


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