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¿Por qué Dios ha creado el infierno?

¿Por qué Dios ha creado el infierno?

Respuesta:
En realidad el paraíso y el infierno no son ajenos al encuentro con Dios, siendo que el paraíso se encuentra entre los efectos, e inclusive, condiciones del encuentro con Dios, Quien se manifiesta como un ser Misericordioso y Perdonador (dos de sus noventa y nueve nombres). A su vez, el infierno es de los efectos y condiciones del encuentro con Dios, pero en este caso, Dios se manifiesta con otros de sus nombres: Furioso o Vengador.
Podemos decir que todas las criaturas en este mundo y en otros (como por ejemplo, el mundo del barzaj, o el del día del juicio) son una manifestación de los adjetivos y nombres de Dios.
Cada persona, en su propio camino, está en contacto con uno (o más) de los nombres del Creador, Alabado y Exaltado Sea. Por ejemplo, una persona que se encuentre a sí mismo “obediente” está en contacto con el nombre divino “Guía” (Hadi), y Dios lo educa a él utilizando ese nombre. Pero si uno se encuentra luchando contra la verdad y oponiéndose a su Señor, entonces se encontrará con los nombres “Vengador”, “Fuerte Castigador,” etc.
Esto está avalado por el Sagrado Corán. Aquí citamos algunas partes del mismo, con evidentes ejemplos.
“Su recompensa es que serán maldecidos por Dios y por los ángeles y por la gente conjuntamente”. (Corán 3:87)
“En ese [estado de maldición] permanecerán eternamente. No se les aliviará el castigo ni tendrán respiro”. (Corán 3:88)
“Quien les dé la espalda ese día, excepto para cambiar su puesto de combate o para incorporarse a otra tropa, sufrirá la ira de Dios y su refugio será el Infierno ¡Qué mal destino!”. (Corán 8:16)
“Y obedeced a Dios y al Mensajero, para que así se tenga clemencia con vosotros”. (Corán 3:132)
“Y apresuraos hacia el perdón de vuestro Señor y hacia un jardín cuya extensión es como los cielos y la Tierra y que ha sido preparado para los temerosos de Dios”. (Corán 3:133)
“¡Oh gentes! Ha venido a vosotros una prueba clara procedente de vuestro Señor e hicimos descender hacia vosotros una luz esclarecedora. Y aquellos que crean en Dios y se aferren a ella, pronto se les introducirá en una misericordia y en una merced que proceden de Él y les guiará hacia Él por un camino recto”. (Corán 4:174, 175)
 “Quienes creyeron y emigraron y combatieron por la causa de Dios con sus bienes y sus personas poseen un grado mayor ante Dios y ellos son los triunfadores”. (Corán 9:20)
Entonces, la pregunta sería: ¿Cómo es posible que Dios Alabado y Exaltado Sea, cuya existencia es perfección y misericordia absoluta, posea nombres tales como “Vengador” y “Enfurecido”?
Para comprender la respuesta, primero debemos concentrarnos y prestar mucha atención a la siguiente introducción, en la cual dividiremos a los nombres divinos en dos grupos, uno vinculado con la esencia de Dios y el otro con sus actos.
Los nombres que están relacionados con la esencia de Dios Altísimo, son aquéllos que manifiestan la perfección oculta del Señor. Como por ejemplo, el nombre “Vivo” (Haii), “Poderoso” (Qader), “Omnisapiente” (‘alim),  que son cualidades permanentes en Dios, y el opuesto de estos adjetivos jamás podrían ser encontrados en Él.
Y por otro lado, tenemos a los nombres relacionados con las acciones del Creador, o sea adjetivos que se refieran a algún acto que Dios haya cometido y se lo haya relacionado (a veces exclusivamente) a Él. Como por ejemplo: “Creador” (Jaleq), “Sustentador” (Razeq).
Teniendo en cuenta esta introducción, en respuesta a la pregunta, diríamos que los nombres como: Enfurecido,  Vengador, Castigador, y demás, son nombres relacionados con las acciones de Dios, y no con su esencia, pues en ella no encontraremos más que luz, perfección y bondad. Que aunque quizá cueste entenderlo, son en realidad la causa y raíz de los otros adjetivos que solemos creer “negativos.”
Ahora debemos aclarar qué es lo que produce que Dios, Alabado y Exaltado Sea, se manifieste con este tipo de adjetivos. Veremos que lo que provoca la ira y enfurecimiento (y otros tantos nombres) de Dios son ciertas cualidades en un ser que no están en armonía con la belleza de los nombres de su esencia.
Cuando un ser humano llega a negar a su Creador, burlar a los Profetas por Él enviados y romper las leyes divinas, esto provoca que la ira y castigo de Dios se manifiesten, ya que aquél que se presenta ante Dios con cualidades tales como la rebeldía y oposición se encuentra con un Dios Qahhar (Todopoderoso)
He aquí un ejemplo que quizá nos permita entender este tema en profundidad: la luz. Sí, la luz, ella ilumina todo, alcanza a todas las cosas, al aire, las piedras, la tierra, lo claro, lo oscuro, todo.
Pero elementos como el aire, o los objetos claros (como el césped o las flores) tienen ciertas cualidades que hacen que esa luz se vea más bella aún, o sea, que la luz, al iluminar algo que tiene cierta capacidad para recibirla, se mostrará hermosa. En cambio el hierro, por ejemplo, con su dureza, oscuridad y resistencia, rechaza y repele a la luz, pero obviamente la luz no se deja repeler, no se deja vencer. La luz ilumina a todo y a todos, pero esa iluminación sobre un objeto como el hierro, se transforma en fuego o fuerte ardor (debido a su resistencia y no aceptación).
Nosotros, los seres humanos, que nos encontramos frente a la luz intensa e infinita de la esencia sagrada de Dios, debemos procurar tener un corazón suave y puro, que atraiga a esa luz y la vuelva aún más hermosa, y así poder beneficiarnos de ella y lograr que se manifieste con “misericordia”, cuyo efecto es el eterno paraíso.
Equipo islamoriente