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¿Porque las autoridades religiosas del islam no han modificado la ley islámica para hacerla compatible con las nuevas circunstancias?

¿Porque las autoridades religiosas del islam no han modificado la ley islámica para hacerla compatible con las nuevas circunstancias?

Las autoridades religiosas no tienen el derecho de cambiar la ley Divina que se expresa en la Sharia. Su autoridad se limita a la promulgación de leyes secundarias basándose en el Corán y en la Sunna, de forma similar al abogado cuya función es la de deducir argumentos legales del código legal de su país y que no tiene derecho a alterar la constitución. Del mismo modo, las autoridades religiosas en el Islam, incluidos los Imames –quienes tienen la misión de enseñar la Sharia– y aún más, el mismo Profeta no tiene el derecho de cambiar la Sharia según le parezca.

Preguntas como las que se han formulado, surgen de la mentalidad dominante en las sociedades occidentales, donde se tiene la imagen de los profetas como simples individuos dotados y reformadores sociales, quienes se rebelaron para garantizar los derechos de las personas y ayudarlos a progresar. Los estudiosos con esta mentalidad, explican que estos reformadores sociales tuvieron que establecer algunas leyes que satisficieran las necesidades de la época.

De aquí que, ellos concluyan que las leyes dictadas por estos llamados profetas, sean producto de su propio pensamiento y no una revelación divina. Pero para poder convencer a las personas a que los siguieran, tuvieron que presentarse como profetas enviados de Dios y con un libro revelado (el cual contenía su propio pensamiento).

Si aceptáramos este argumento, nos veríamos en la obligación de aceptar el que la ley religiosa deba cambiarse para que se adecúe a los tiempos. Este argumento, sin embargo, es falso. Los que ponen este argumento de manifiesto no han hecho un estudio concienzudo de las enseñanzas de los profetas Divinos, y basan sus análisis sólo en conjeturas falsas. El noble Corán y los hadices definitivos narrados por el Profeta (no tenemos en cuenta los libros sagrados de religiones previas, ya que han sido distorsionados) refutan tal argumento.

Mencionaré brevemente algunos puntos a los que hacen referencia el Corán y la Sunna:

1. El Corán claramente manifiesta que el Profeta no tiene derecho a hacer cambios a la Revelación que le es hecha, ya que él es solo un mensajero (ver la sura La mesa servida 5:92 y 99).

2. El Corán afirma que el Islam no es producto de la inteligencia humana, sino más bien la materialización de las instrucciones que Dios le reveló a su Profeta (ver Corán; 69:40-43).

3. Como respuesta a los que acusan al Profeta de atribuir sus propios pensamientos a Dios, el Corán dice que esa es la palabra de Dios y por lo tanto su contenido no es producto de la mente humana (ver sura La inevitable; 69:25).

4. El Corán es claro al anunciar que Muhammad es el Último Profeta y el Corán la Revelación final, y por lo tanto, el contenido del Corán tiene validez en todas las épocas (ver sura La coalición; 33:40)

 

Fuente: EL ISLAM Y EL HOMBRE CONTEMPORANEO, (Conjunto de preguntas realizadas a Al-lamah Tabātabā’i); Editorial Elhame Shargh

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