Respuesta:

El Islam es muy flexible en este asunto, puede demandar que una persona crea en ciertos principios pero, al mismo tiempo, le aconseja tratar de basar su creencia en la evidencia. Le permite hacer cualquier pregunta y, no se le condena cuando este duda, en el caso que su duda esté seguida de un intenso esfuerzo por encontrar la verdad. Si cualquier otra religión le aconseja evitar discutir con otros principios ajenos a los suyos y, le hace temer la ira de Dios por hacer esto, el Islam lo hace sentirse seguro de la ira de Dios y lo obliga a buscar la verdad.

De manera que, el Islam nunca aconseja evitar la discusión que le puede llevar a nuevos conocimientos y a nuevos descubrimientos de la verdad. No está sustentado en el temor, el Islam aconseja discutir sobre cualquier principio religioso, sea islámico o no islámico. Nunca te preocupes o temas a la ira de Dios porque Él es el Dios de la verdad, y nunca condena a una persona por buscarla. Por el contrario, entre más se intensifica la búsqueda de la verdad, mas es la recompensa divina desde el punto de vista islámico.

La más meritoria y recompensada actitud, ante los ojos del Islam, es la de aquel que aborda las cuestiones religiosas con el espíritu de un científico quien da la bienvenida a cualquier evidencia que pruebe o desmienta su teoría (o una teoría a la cual él apoye).

(Fuente: Preguntas acerca del Islam, autor: Sheij Muhammad Yawad Chirri)




Respuesta:

Para creer en algo no es necesario verlo. Tú crees en la electricidad aunque no la puedes ver; crees en ella solo porque ves el resultado como la luz, calor, etc. Si esto es suficiente para hacerte creer en la existencia de la electricidad, el gran universo debe ser suficiente para todo ser humano para creer en la existencia del creador.

Tu existencia misma es una gran evidencia de la existencia de Adán y Eva, o digamos que los primeros dos seres humanos. Tú no viste a Adán, ni a Eva pero crees que ellos existieron.

Para hacerlo más claro: tú viniste de tus padres, sus padres vinieron de sus padres y tus abuelos vinieron de sus padres y así sucesivamente, de esta manera puedes continuar retrocediendo hasta llegar a Adán y Eva, si tú niegas la existencia de los dos primeros seres humanos estarías eliminando la primera generación de sus hijos. Eliminando la primera generación, tú eliminas la segunda y así sucesivamente, etc. Finalmente, eliminarías a tus padres y luego te tienes que eliminar a ti mismo. Pero te dices a ti mismo: yo no puedo hacer esto porque ¡estoy aquí! Entonces tú dices: Adán y Eva están allá.

El creador del universo no puede ser precedido de la no existencia. De lo contrario, necesitaría de otro dios que lo creara; y ese Dios, si es precedido por la no existencia necesitaría de otro dios, etc. Así, tendríamos una cadena infinita de dioses sin causa, la causa debe ser la fuente de la existencia del universo. Entonces nosotros negaremos la existencia del universo. También, nos negaríamos a nosotros mismos ya que somos parte del universo.

(Fuente: Preguntas acerca del Islam, autor: Sheij Muhammad Yawad Chirri)




Respuesta:

Al estudiar las obras de Ibn ‘Arabî, se refleja su creencia en cuanto al Imâm Mahdî (P). El escribió lo siguiente respecto al capítulo 366 de la obra Futûhât Makîyah que habla del conocimiento de los compañeros y ministros del Imâm Mahdî (P) al final de los tiempos: “Dios tiene un califa vivo, existente, que surgirá y su surgimiento ocurrirá cuando el mundo se encuentre colmado de opresión y tiranía, y él llenará al mundo de justicia y equidad. Si quedase inclusive un día de la vida del mundo, Dios lo alargará hasta que ese califa lidere. El es de la familia del Mensajero de Dios (BP) y su ancestro es Husaîn Ibn ‘Alî Ibn Abî Tâlib”.

Una de las obras del Shaîj Akbar Ibn ‘Arabî es “Al-Wi’âi Al-Majtûm ‘Alâ Al-Sirru Al-Maktûm” que fue escrito con motivo del liderazgo absoluto de Mahdî el Prometido (P) y la forma de su surgimiento. Ibn ‘ArabÎ respecto al Imâm Mahdî (P) opina como los shías, ahí donde dice: “En realidad el Mahdî (P) es el hijo del Imâm Hasan ‘Askarî (P) y nació a mediados del mes de Sha’bân del año 255 d.H. y vivirá hasta el día en que Jesús hijo de María (P) se le una”. Así también cree en la infalibilidad del Imâm Mahdî (P) y considera su sabiduría como una revelación Divina.

 


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