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¿Las hermandades sufíes son ortodoxas para el Islam?

¿Las hermandades sufíes son ortodoxas para el Islam?

Respuesta:

Existen agrupaciones, cofradías más o menos ortodoxas depen­diendo del grado de aceptación del resto de las dimensiones del modelo profético que es un todo indivisible.

Ningún místico sufí pretendería ser más perfecto que el propio Profeta y el Sagrado Corán dice: “Tenéis en el Profeta un perfecto ejem­plo para aquellos que buscan encontrar a Dios”.

El Islam es un sistema completo donde todo está unido e interrelacionado. La mística, el espíritu, las acciones y manifestación más externas y visibles, individuales y sociales. El mismo Profeta ­del Islam al igual que el resto de los profetas, son los modelos de los místicos y sufíes y en ellos la espiritualidad no estaba desligada de su trabajo comunitario y social.

El Islam es un modo de vida donde se pueden desarrollar distin­tas facetas, se puede ser filosofo, jurista, campesino, artesano, soldado y en todos ellos puede existir una espiritualidad muy rica y un gran de­sarrollo de la intuición mística dada por una piedad sincera y pura que satisface a Dios.

Aquellos que pretenden separar la dimensión mística del Islam de los otros aspectos y obligaciones más temporales de la vida del musulmán o se apartan del resto de la comunidad como una concepción elitista de lo espiritual, se alejan de la ortodoxia islámica que desaprueba la vida monástica y la desunión. Los ejemplos siempre son los profetas que en la cúspide de espiritualidad no fueron indiferentes a las penurias de las criaturas de Dios y se enfrentaron a los tiranos a costa de persecuciones y martirios.

Dice el Sagrado Corán: “Aferraos todos al cordel de Dios y no os dividáis”. Dijo el profeta: “No hay monacato en el Islam”, y agrego: “La comunidad o Umma islámica es como un cuerpo, cuando una parte se en­ferma todo el cuerpo siente la fiebre”.

El corazón de este cuerpo es el Imam, el hombre perfecto, el Califa o representante de Dios en la tierra. La mística o espiritualidad pro­funda en el Islam no se desarrolla plenamente si se está desvincula­do con este Imam y la comunidad.

El sufismo es un fenómeno muy amplio y abarcador. Detrás de este nombre se esconde una realidad muy diversa que va desde po­siciones casi totalmente ajenas al Islam, a posturas que tienen en cuenta al Islam como una totalidad e intentan alcanzar la realidad más profunda del mensaje revelado. Las hermandades sufíes en tanto convivan en el seno de la comunidad islámica y tengan en cuenta las leyes islámicas, sus principios y normas éticas, sin constituir una vida aislada y monacal que no está contemplada en el Islam, son una expresión más de la gran gama de posibilidades que vemos de­sarrolladas en el marco del Islam. Los sufíes suelen enfatizar los as­pectos místicos y espirituales de las enseñanzas proféticas. Es obvio que cuando aíslan estos aspectos con prescindencia del resto de las enseñanzas proféticas o buscan aislarse a sí mismos del resto de la comunidad islámica se alejan de la ortodoxia del Islam, pero tam­bién es cierto que el Islam ha abierto !a cima de las posibilidades místicas y ha influenciado a los místicos de otras tradiciones religio­sas, tal como por ejemplo es el caso de San Teresa de Ávila, o el caso de la influencia islámica en la Divina Co­media o tantos otros menos conocidos.

La mística islámica es muy rica, no todos sus mayores exponen­tes se autodenominan sufíes. El gran maestro del sufismo y de la mística universal, Ibn Arabi, de Murcia, sostiene que los místicos más grandes no son aquellos que se denominan sufíes y se dan a conocer como tales, sino aquellos de corazones puros y llenos de piedad que él denomina malamies que significa los criticados o re­prochados por la sociedad de los hombres mundanos. Son los hom­bres de verdadera gnosis divina y estadios espirituales elevados in­sertos en la sociedad musulmana y al servicio de Dios y la gente como los profetas, pero sin formar una casta aparte o vestirse de una manera especial que llame particularmente !a atención.

Es importante destacar que los sufíes de tradición más antigua y seria coinciden en afirmar que la fuente de la cual abrevan sus aspi­raciones de alcanzar la unión con el Amado o la disolución de todas las dualidades en !a unidad absoluta divina no es otra que la revelación del Sagrado Corán, la sunna —tradición- del Profeta (BPD) y la guía espiritual de Alí Ibn Abi Talib (P), el sucesor del Profeta y puer­ta de la ciudad de !a sabiduría profética o realización máxima posi­ble para los seres humanos.

Sheij Abdulkarim Paz