}

¿Acaso llamar e invocar a otro que no sea Dios significa asociarlo y adorarlo?

¿Acaso llamar e invocar a otro que no sea Dios significa asociarlo y adorarlo?

Esta pregunta se ha originado a propósito de las siguientes aleyas que, aparentemente, manifiestan la prohibición de invocar a nadie fuera de Él.

وَ أَنَّ الْمَساجِدَ لِلَّهِ فَلا تَدْعُوا مَعَ اللَّهِ أَحَداً

"...las mezquitas son de Al.lah. ¡No invoquéis a nadie junto con Al.lah! (Al Yin 72:18)

وَ لا تَدْعُ مِنْ دُونِ اللَّهِ ما لا يَنْفَعُكَ وَ لا يَضُرُّكَ

 "...no invoques, en lugar de invocar a Al.lah, lo que no puede aprovecharte ni dañarte...". (Îûnus 10:106)

Existe un grupo de creyentes que toma como pretexto estas aleyas para asegurar que la invocación a alguien, después de muerto, como por ejemplo a un santo o bien aventurado, es adorarlo y lo considera asociación.

Previamente a la contestación de esta pregunta es necesario analizar estos dos términos: du'â –súplica– e 'ibâdat–adoración.

La palabra du'â proviene del árabe y significa proclamar, invocar, llamar, y la palabra 'ibâdat venerar, adorar o rendir culto. Estas dos voces no pueden ser consideradas sinónimos, ni tampoco a cualquier invocación o llamado podemos considerarlo adoración puesto que:

Primero: En el Libro Sagrado el término da'ûat[1]–proclamar–ha sido utilizado de tal forma que no hay posibilidad de confundirlo con 'ibâdat.

قالَ رَبِّ إِنِّي دَعَوْتُ قَوْمِي لَيْلاً وَ نَهاراً

"(Noé) dijo: ¡Señor! He llamado a mi pueblo noche y día (para que se acerquen a Ti)". (Nûh 71:5)

¿Es posible asegurar que la intención de Noé era decir que "adoraba" a su pueblo noche y día?

Por lo tanto, no podemos afirmar que en esta aleya "llamar" y "adorar" tengan el mismo significado; así pues si alguien invoca al Profeta (BP) o a algún benévolo, es como si lo venerase y no significa adoración, ya que este término "invocar" o "llamar" abarca tanto el significado de adorar, venerar, respetar, etc.

Segundo: El significado de du'â en todas estas aleyas no es únicamente el de "llamar", sino que también contiene en sí el significado de "adorar", ya que estas aleyas fueron reveladas para los idólatras que consideraban a sus ídolos dioses menores. Sin duda alguna, fue la humildad que demostraban los idólatras, sus súplicas e imploraciones ante sus dioses por lo que los consideraron como posesores de los derechos de la intercesión y el perdón, dándose a conocer como dueños únicos de los asuntos de este mundo y la vida eterna. Claro está que cualquier llamado o invocación hecha a alguien que se encuentre en las condiciones anteriores debe ser considerada veneración. Un ejemplo de esto esla siguiente aleya:

فَما أَغْنَتْ عَنْهُمْ آلِهَتُهُمُ الَّتِي يَدْعُونَ مِنْ دُونِ اللَّهِ مِنْ شَيْ‏ءٍ

"Sus dioses, a los que invocaban, en lugar de invocar a Al.lah, no les sirvieron de nada...". (Hûd 11:101)

Por lo tanto, las aleyas en cuestión (72:18 y 10:106) están fuera del tema en debate, ya que nuestra polémica es acerca de cuando un ser humano implora a otro ser, al que no reconoce como Dios, ni tampoco como dueño de todos los asuntos del mundo y la otra vida, sino que lo considera un servidor de Dios, que fue nombrado por Él, profeta o Imâm y que aceptó la súplica a favor de sus siervos, ahí donde dice:

وَ لَوْ أَنَّهُمْ إِذْ ظَلَمُوا أَنْفُسَهُمْ جاؤُكَ فَاسْتَغْفَرُوا اللَّهَ وَ اسْتَغْفَرَ لَهُمُ الرَّسُولُ لَوَجَدُوا اللَّهَ تَوَّاباً رَحِيماً

"Si cuando fueron injustos consigo mismos, hubieran venido a ti y pedido el perdón de Al.lah, y si el Enviado hubiera también pedido el perdón por ellos, habrían encontrado a Al.lah indulgente, misericordioso". (An Nisâ’ 4:64)

Tercero: Estas aleyas que estamos analizando, evidencian claramente que da'ûat no significa únicamente invocar, sino también invitación a la adoración; por ello, cuando en una aleya se utiliza la palabra da'ûat inmediatamente después de leer ésta se interpreta como 'ibâdat.

وَ قالَ رَبُّكُمُ ادْعُونِي أَسْتَجِبْ لَكُمْ إِنَّ الَّذِينَ يَسْتَكْبِرُونَ عَنْ عِبادَتِي سَيَدْخُلُونَ جَهَنَّمَ داخِرِينَ

"Vuestro Señor ha dicho: ¡Invocadme (ud'unî) y os escucharé! Los que, llevados de su altivez, no Me adoren ('ibadatî) entrarán, humillados, en la gehena". (Ghâfir 40:60)

Tal y como podemos observar al comienzo de la aleya se ha utilizado el término ud'unî (invocadme) y luego 'ibadatî (mi adoración) y esto atestigua que el término da'waten este texto significa una innovación especial frente a seres a los que se les adjudicaban atributos divinos.

Conclusión:

De estos tres puntos expuestos, llegamos a la conclusión que el propósito del Sagrado Corán en esta aleya, es prohibir la invocación de los grupos idólatras que asociaban a sus ídolos con Dios, los consideraban creadores o dueños de la intercesión, se humillaban ante ellos, les suplicaban e imploraban pidiéndoles que abogaran por ellos o concedieran sus deseos, aceptándolos como dioses menores, teniendo cada uno de éstos funciones específicas, por parte de Dios, en este mundo y en la otra vida. ¡¿Qué relación tienen estas aleyas con pedir y rogar a un alma pura e inmaculada que se limitó a ser un obediente y amoroso siervo de Dios Altísimo?!

Cuando el Sagrado Corán dice:

وَ أَنَّ الْمَساجِدَ لِلَّهِ فَلا تَدْعُوا مَعَ اللَّهِ أَحَداً

"...las mezquitas son de Al.lah. ¡No invoquéis a nadie junto con Al.lah!" (Al Yin 72:18)

Se refiere a las invocaciones que hacían los árabes paganos para adorar a los ídolos o cuerpos celestes, ángeles y genios.

Esta aleya y las similares a ésta, se refieren a la invocación de algo o alguien acompañada de adoración, y sin duda que invocar con esta intención se considera adorar a ese algo o alguien. Pero ¿qué relación tienen estas aleyas con la necesidad de pedir a una persona que no aceptamos como socio de Dios, sino que él mismo es un digno y querido servidor de Dios?

Probablemente algunos se pregunten si está permitido invocar a cualquiera de los escogidos después de su muerte o únicamente se les puede hacer mientras estén vivos.

Como respuesta queremos señalar que:

Primero: Nosotros invocamos al alma de los purificados escogidos por Dios, como son el Profeta (BP) y los inmaculados Imâmes, que según las aleyas coránicas, su alma no ha muerto y continúa con vida en un lugar superior al de los mártires; y no al cuerpo que se encuentra bajo la tierra; y si acaso los llamamos cuando vamos a visitar sus tumbas, es porque sentimos que en ese lugar nuestras almas se conectan más fácil con la de ellos, además según las narraciones a este respecto, es en estos lugares donde las súplicas son aceptadas por Dios.

Segundo: El que los escogidos estén vivos o muertos no guarda ninguna relación con el monoteísmo o politeísmo que es el tema que estamos tratando. Respecto a que si en estos lugares –las tumbas de los escogidos– son o no aceptadas las súplicas e imploraciones, lo analizaremos más adelante, en otra de las preguntas.

 

[1]. N.T. Tanto la palabra du‘âcomo la palabra da‘ûat provienen de la misma raíz, da‘aûa, que significa llamar, proclamar, invocar, convocar, etc.