El propósito de “taqlîd” (imitación) es el recurrir de una persona no especializada en un asunto especializado a la persona especialista en el asunto. Y la razón más importante para la necesidad de imitar en los asuntos religiosos es este mismo punto racional que la persona no especializada deberá en un asunto especializado recurrir al especialista en el asunto. Claro está las aleyas y narraciones también consideraron la necesidad de la imitación y dicen que:“…preguntad a la gente del recuerdo si no sabéis”.[16:43]
Pero deberá considerarse que todas las pruebas verbales de la imitación prefieren ese mismo asunto aceptado ante los sabios. Por lo tanto los marâÿah a imitar son especialistas en la jurisprudencia que cuentan con la capacidad para deducir los mandatos Divinos de las fuentes religiosas, y para los demás es obligatorio recurrir a ellos en los asuntos religiosos.
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