Respuesta:
Para que no haya distracción en la actividad de culto propiamente dicha. De esta manera todos, hombres y mujeres están más cómodos y tranquilos en esos momentos para concentrare en la adoración a Dios. No obstante en otros momentos, más allá del culto propiamente dicho comparten el trabajo y las actividades guardando las debidas normas de pudor y recato.
No hay restricciones ni distinciones de sexos para adorar a Dios y el Sagrado Corán convoca a hombres y mujeres a los lugares de adoración. Únicamente en el período de la menstruación, las mujeres deben evitar el ingreso a aquellas mezquitas que estén consagradas como tales, no en aquellos lugares de oración que no están consagrados especialmente.
Sheij Abdulkarim Paz
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