Cuando decimos que no hay diferencia entre la filosofía y la esencia del Corán y de la Sunna, nos referimos a que la filosofía parafrasea las doctrinas fundamentales de la Verdad —las cuales se exponen en el Corán y en la Sunna de una manera simple y en líneas generales comprensible—utilizando razonamientos discursivos y haciendo uso del lenguaje vernáculo especializado de los filósofos. Así que, la diferencia entre la doctrina islámica y la filosofía consiste en que la primera es a menudo comprensible y la segunda usa un lenguaje especializado.

 

Fuente: EL ISLAM Y EL HOMBRE CONTEMPORANEO, (Conjunto de preguntas realizadas a Al-lamah Tabātabā’i); Editorial Elhame Shargh




La metafísica fue una de las muchas ramas del conocimiento —como la lógica, las ciencias naturales, las matemáticas, la medicina— proveniente del mundo helénico, que fue introducida en el mundo musulmán por medio de las traducciones al árabe de las obras griegas y siriacas. Así, a pesar de que en el siglo primero (A.H.) los califas prohibieron la escritura de cualquier cosa que no fueran los versos del Corán (lo que incluía los hadices proféticos y los planteamientos coránicos), en los siguientes siglos, tal como está registrado en los libros de historia, cerca de doscientos libros que abarcaban todas las ciencias que había en el momento fueron traducidos al árabe. Esto se hizo supuestamente con el objetivo de reforzar el mundo musulmán y actualizar los ideales islámicos, para estar a la altura del énfasis que el Corán hace en la intelectualidad y en el estudio de todos los aspectos de la creación de Dios en el cielo y en la tierra, en relación con los animales y el hombre.

Con lo anterior no negamos que los gobernantes de la época no desperdiciaban la oportunidad de dañar el estatus del Ahlul Bayt dentro de la nación musulmana, con el objetivo de privar a los musulmanes del conocimiento Divino del mismo.

Desde esta perspectiva, sería correcto afirmar que la traducción de la filosofía griega al árabe, se llevó a cabo con el objeto de aislar el Ahlul Bayt. ¿Pero esta intención injustificable de los gobernantes de la época y la abundancia de traducciones de la filosofía griega promovida por ellos, hacen que la intervención en discusiones metafísicas sea algo vano? ¿Es esta realidad histórica una razón válida para que no ahondemos en estas discusiones?

Varios debates filosóficos tienen como objetivo probar la existencia del Diseñador Omnipotente, el Existente Necesario, Su Unidad y otros Atributos Divinos. La filosofía también estudia otros temas relacionados con los anteriores, como las doctrinas de la Profecía y la Resurrección. Estos son asuntos que constituyen lo que llamamos los “pilares de la fe”, la cual debe demostrarse racionalmente para garantizar la credibilidad en el Corán y en la Sunna. Intentar probar la credibilidad del Corán y la Sunna basándose en sus propios preceptos sería un error ya que se caería en un razonamiento circular. Es por esta razón que cuando el Corán y la Sunna tratan sobre los principios de la fe —como la existencia de Dios, Su Unidad y Señorío— se aportan argumentos racionales.

La doctrina islámica no necesita de la filosofía griega

Pregunta 

¿El Islam, (en sentido amplio, lo que incluye la sunna de los Infalibles) contiene lo que la filosofía griega introdujo en el Mundo Musulmán? Si es así, ¿qué necesidad hay de dicha filosofía?. Si por el contrario, no lo contiene, ¿entonces es una religión imperfecta que necesita la filosofía griega?

Respuesta

Las fuentes islámicas el contenido del Corán y de la Sunnaincluyen todo lo necesario para la guía de la humanidad, tanto en doctrina como en práctica. Algunos de sus contenidos se muestran en detalle y otros no. Esto se debe a que el islam se dirige a personas de todas las condiciones, el erudito y el lego, el perspicaz y el que no lo es tanto, el citadino y el campesino, el hombre y la mujer. Para abarcar a todas las personas, el islam hace uso de un lenguaje comprensible, de modo que todos puedan beneficiarse de él sin importar sus distintas capacidades intelectuales.

Para beneficiarse grandemente de las doctrinas que se nos presentan, y para llegar a una verdad sólo comprensible por una mente sublime, hay que clasificarlas en un orden determinado y hay que acuñar términos esenciales en esta labor intelectual. En este sentido, aunque el Corán y la Sunna aplican principios metafísicos, se necesita una ciencia independiente que maneje estas doctrinas a un nivel superior. Esto es válido no solo para la filosofía sino para cualquier otra ciencia islámica. Un buen ejemplo es la teología, cuyos elementos principales se encuentran en el Corán y en la Sunna, no obstante, la teología se clasifica como una rama del conocimiento aparte. 

Además, tú dices que si el Corán y la Sunna carecen de algún elemento metafísico, esto es prueba de que el islam es deficiente y necesita de la filosofía griega. Esta suposición no es correcta. Lo incorrecto de esta suposición puede demostrarse tomando como ejemplo el uso de la lógica. No existe doctrina alguna que pueda inferirse sin aplicar las reglas de la lógica, ninguna de las cuales se encuentra en el Corán o en la Sunna. Así mismo, en lo relacionado con las reglas prácticas de la fe, no puede pensarse ninguna pregunta sin recurrir a la ciencia del Usul (principios de la jurisprudencia), así no haya ningún rastro de esta vasta ciencia ni en el Corán ni en la Sunna. La solución a este dilema reside en el hecho de que la relación entre la lógica y la doctrina islámica, y entre la ciencia del usul con asuntos de jurisprudencia, es de método. Aplicar determinado método a una colección de datos es distinto a añadir algo a esos datos.

 

Fuente: EL ISLAM Y EL HOMBRE CONTEMPORANEO, (Conjunto de preguntas realizadas a Al-lamah Tabātabā’i); Editorial Elhame Shargh

www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente




Basándose en el argumento lógico que prueba la necesidad de la profecía general, guiar a la humanidad es parte del orden de la creación, de la realidad. Como no hay posibilidad de error y contravención, el contenido de la Revelación, el cual proviene de la fuente del Conocimiento Divino, llega a la humanidad intacto. De modo que el profeta, al ser el conducto de la Revelación, es inmune al error y a la perfidia al recibirla, preservarla y transmitirla a las personas. Para esto es necesario que el profeta sea infalible en su discurso y en su comportamiento, ya que el comportamiento también es una forma de guiar al hombre. Se puede concluir entonces que el profeta es inmune al pecado en su discurso y en su conducta, antes y después de su ministerio, y ya que cada uno de estos estados influye en la transmisión de los artículos de fe, y como el pecado no tiene sentido por fuera de estos estados, queda probada la infalibilidad del profeta. Este tema tiene otras consideraciones que puedes leer en el tercer volumen de “ Tafsir al-Mizān”, [El Chiismo en el Islam], o “Risālah Wahy wa Shu'ur-i Marmuz” [Tratado sobre la Revelación, la Inteligencia Misteriosa].

 

Fuente: EL ISLAM Y EL HOMBRE CONTEMPORANEO, (Conjunto de preguntas realizadas a Al-lamah Tabātabā’i); Editorial Elhame Shargh

www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente


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