La cuestión más importante a discutir entre el Taûhîd y Shirk, es como discernir entre ambas y hasta que no analicemos detenidamente la respuesta, parte de esta cuestión –que juega un papel secundario– no quedará aclarada; por ello, a continuación, analizamos la cuestión del monoteísmo y politeísmo en forma condensada:

1. Taûhîd en su esencia.

El monoteísmo en su esencia se puede describir de las siguientes dos formas:

a) Al.lah (según lo interpretado y explicado en el Ilm Kalâm (teología), quien es obligatoria Su existencia) es Único, no tiene parecido ni semejante. Este es el taûhîd al que repetidas veces, en diferentes formas, se refiere el Sagrado Corán, por ejemplo donde dice:

 لَيْسَ كَمِثْلِهِ شَيْ‏ءٌ

 "...no hay nada que se Le asemeje...". (Ash–Shûrâ 42:11)

Y, en otra de sus aleyas dice:

 لَمْ يَلِدْ وَ لَمْ يُولَدْ

 "...no tiene par...". (Ijlâs 112:4)

A veces esta manera de ver el monoteísmo se puede interpretar, vulgarmente dicho, de una forma numérica, que diga: Al.lah es uno, no dos.

Evidentemente que esta interpretación numérica del taûhîd, no es digna de Dios Todopoderoso.

b) La esencia de Dios es simple, sin límites y sin componentes; ya que la composición de un ser compuesto se integra de partículas intangibles o tangibles que es la señal de la necesidad a sus propias partículas para su existencia y la necesidad es muestra de un imkân (se le llama así a todo aquello cuya existencia no es indispensable como es el caso del hombre, los animales, las plantes y minerales respecto a Dios, el Indispensable); y este imkân va acompañado del requerimiento de una causa, siendo todo esto incompatible con la postura de auto–existencia de Al.lah.

2. Taûhîd en la creación.

Ser el único poseedor de la fuerza creativa es otra de las particularidades del tahúlla,que es aceptado por el intelecto (a’ql) y por los textos religiosos.

Desde la perspectiva del intelecto todo lo existente fuera de Dios es parte del sistema imkân (el que no es indispensable su existencia) que por sí mismo carece de cualquier clase de perfección y belleza y todo lo que tiene lo ha tomado de la bondadosa fuente del Ser autosuficiente en su esencia. Entonces, todas las manifestaciones de perfección y belleza existentes en el Universo provienen de Él.

El Sagrado Corán, respecto al monoteísmo en la creación, cuenta con muchas aleyas, de las cuales nos permitimos reproducir la siguiente:

 قُلِ اللَّهُ خالِقُ كُلِّ شَيْ‏ءٍ وَ هُوَ الْواحِدُ الْقَهَّارُ

"Dí: Al.lah es el Creador de todo lo existente y es el Único y el Invicto". (Ra'd 13:16)

Por lo tanto taûhîd en la creación, en forma general, no es un tema de discusión entre los teólogos; no obstante existen dos interpretaciones del tema:

a) En cada sistema, ya sea específico o común, la relación entre la causa y efecto, para sus criaturas, culmina en la causa original. Evidentemente que el creador independiente y verdadero es Al.lah, y las consecuencias indirectas en Sus efectos, son provocadas en forma subordinada, con permiso y designio de Él.

Visto desde esta perspectiva, es aceptado el sistema de causa y efecto en el mundo que el ser humano ha llegado a comprender. Pero al mismo tiempo un conjunto del sistema, pertenece a Dios Todopoderoso, siendo Él mismo quien dio fundamento a las causas, razón a los motivos e influencia a los efectos.

b) El universo únicamente tiene un Creador, que es Al.lah, y nada de lo que existe cuenta con un efecto propio, siendo Él el autor –sin mediador– de todos los fenómenos naturales, inclusive la fuerza del hombre está bajo Su dominio. Por lo tanto el universo cuenta únicamente con una causa, y Él es el dueño de todo lo que la ciencia ha llamado "causas naturales".

Tal interpretación del taûhîden la creación,es apoyada por un grupo de sabios de los Ashâ'irah, pero algunos de ellos como son el Imâm ul–Harmain[1], y Shaîj Muhammad 'Abduh (erudito contemporáneo) en la obra Risâlat at Taûhîd rechazan esta segunda interpretación, aceptando tan sólo la primera.

3. Taûhîd en la administración y dirección.

Ya que todo lo creado es obra de Al.lah y la administración de todo lo existente se encuentra bajo Su mando, siendo Él el único director; por lo tanto el mismo argumento racional que afirma el taûhîd en la creación afirma también el taûhîd en el gobierno.

El Libro Divino, en repetidas ocasiones nos presenta a Dios, Alabado sea, como el único Dirigente y Guía de la creación, como por ejemplo donde dice:

 قُلْ أَ غَيْرَ اللَّهِ أَبْغِي رَبًّا وَ هُوَ رَبُّ كُلِّ شَيْ‏ءٍ

"Dí: ¿Cómo buscar a otro Señor fuera de Al.lah, siendo que Él es Señor de todo?" (An'âm 6:164)

Claro está que las dos interpretaciones que fueron expuestas en el taûhîden la creación se plantean también en el taûhid en la administración y según nuestra opinión el monoteísmo en la dirección se refiere al gobierno exclusivo e independiente de Dios, Glorificado sea.

De lo anterior se deriva que la armonía existente en la creación tiene una trayectoria natural, siendo todo esto determinación y voluntad de Dios. El Libro Divino, respecto a este tipo de conducción, que está bajo el dominio de Al.lah, dice:

 فَالْمُدَبِّراتِ أَمْراً

"¡Por los que llevan el asunto!" (Nâzi'ât 79:5)

4. Taûhîd en la soberanía.

La unicidad en la soberanía se refiere a que el gobierno es un derecho exclusivo de Al.lah, siendo Él el único conductor del pueblo, tal y como lo expresa el Sagrado Libro:

 إِنِ الْحُكْمُ إِلاَّ لِلَّهِ

"...la decisión pertenece sólo a Al.lah" (Îûsuf 12:40)

Por lo tanto la elección de otros como gobernantes debe ser hecha por Él, para que estos escogidos dirijan a la sociedad por el camino recto, llevando al hombre hacia la felicidad y perfección, tal y como nos anuncia Al.lah en su Libro:

يا داوُدُ إِنَّا جَعَلْناكَ خَلِيفَةً فِي الأَْرْضِ فَاحْكُمْ بَيْنَ النَّاسِ بِالْحَقِّ

"¡Oh, David! ¡Te hemos nombrado nuestro representante en la tierra! ¡Decide, pues, entre los hombres con justicia!" (Sad 38:26)

 

5. Taûhîd en la obediencia.

El monoteísmo en la obediencia, significa obedecer por naturaleza a quien es necesaria su obediencia y ésta es exclusiva de Dios.

Entonces, la necesidad de obedecer a otros, como por ejemplo al Enviado, Imâm, erudito, padre y madre todo esto es orden y mandato de Dios.

6. Taûhîd enla legislación y leyes Divinas.

El monoteísmo en la legislación y la ley Divina, significa que pertenecen únicamente a Él. Nuestro Libro Sagrado, basándose en lo anterior, a cualquier precepto o disposición que se encuentre fuera de lo determinado en las leyes Divinas lo tacha de kufr (impiedad), corrupción y tiranía, tal y como donde dice:

 وَ مَنْ لَمْ يَحْكُمْ بِما أَنْزَلَ اللَّهُ فَأُولئِكَ هُمُ الْكافِرُونَ

"Quienes no juzguen según lo que Al.lah ha revelado, esos son los infieles" (Mâ’idah 5:44)

 وَ مَنْ لَمْ يَحْكُمْ بِما أَنْزَلَ اللَّهُ فَأُولئِكَ هُمُ الْفاسِقُونَ

"Quienes no juzguen según lo que Al.lah ha revelado, esos son los perversos" (Mâ’idah 5:47)

 وَ مَنْ لَمْ يَحْكُمْ بِما أَنْزَلَ اللَّهُ فَأُولئِكَ هُمُ الظَّالِمُونَ

 "Quienes no decidan según lo que Al.lah ha revelado, esos son los impíos" (Mâ’idah 5:45)

7. Taûhîd en el i'bâdat (culto y adoración).

El argumento más importante respecto al monoteísmo en el culto y adoración es calificar el significado de i'bâdat, todos los musulmanes en este asunto mantienen la misma opinión que, el culto, es exclusivo de Al.lah, Glorificado sea, y nada ni nadie fuera de Él debe ser adorado. A este respecto nos dice el Mensaje de la Revelación:

 إِيَّاكَ نَعْبُدُ وَ إِيَّاكَ نَسْتَعِينُ

"A Ti sólo adoramos y a Ti sólo imploramos ayuda"  (Hamd 1:4)

De las sagradas aleyas coránicas deducimos que esta cuestión es un principio común en la invitación realizada por todos los profetas, y los representantes Divinos han sido enviados para difundirla entre la gente, tal como lo vemos en la siguiente aleya donde nos recuerda que:

 وَ لَقَدْ بَعَثْنا فِي كُلِّ أُمَّةٍ رَسُولاً أَنِ اعْبُدُوا اللَّهَ وَ اجْتَنِبُوا الطَّاغُوتَ

"Mandamos a cada comunidad un enviado: Servid a Al.lah y evitad a los taguts" (Nahl 16:36)

Por lo tanto, no hay duda a que este argumento evidencia que el culto es exclusivo de Al.lah, no debiendo adorarse a nadie fuera de Él, y evidentemente no podemos reconocer a nadie como monoteísta a menos que admita este principio.

Pero ¿cuál es la pauta para distinguir entre el i’bâdat y lo que no lo es?, y como ejemplo: ¿Acaso besar la mano del maestro, padre o madre, sabio o erudito, o cualquier tipo de homenaje y reverencia a los que tienen algún tipo de derecho frente a nosotros, debe considerarse como adoración? O es que el término i'bâdat no significa la absoluta sumisión y veneración sino que existe en él un elemento especial que mientras este elemento no se encuentre en la esencia de un acto, ninguna sumisión, aunque fuese en forma de prosternación puede ser considerada como adoración.

Ahora debemos analizar cuál es el elemento que da el nombre de culto y adoración a la sumisión y reverencia. Y éste es un argumento importante.

Interpretación errónea del i'bâdat.

Un grupo de escritores ha interpretado al i'bâdat como humildad o sumisión extraordinaria; pero la misma exégesis de una aleya coránica ha dejado atónito a este mismo grupo. El Sagrado Libro, con sutileza, ordena a los ángeles que se prosternen ante Adán:

 وَ إِذْ قُلْنا لِلْمَلائِكَةِ اسْجُدُوا لآِدَمَ

"Y cuando dijimos a los ángeles: ¡Prosternaos ante Adán!" (Al Baqarah 2:34)

La prosternación ante Adán fue realizada en la misma forma que la prosternación ante Dios, siendo que la primera era muestra de sumisión y humildad; y la segunda de culto y adoración.

Ahora, ¿cómo es que estas dos prosternaciones, que fueron efectuadas del mismo modo, tienen dos caracteres diferentes? En otra de sus aleyas el Sagrado Corán nos dice que el Profeta Jacob (P) y sus hijos se prosternaron ante el Profeta José (P):

 وَ رَفَعَ أَبَوَيْهِ عَلَى الْعَرْشِ وَ خَرُّوا لَهُ سُجَّداً وَ قالَ يا أَبَتِ هذا تَأْوِيلُ رُءْيايَ مِنْ قَبْلُ قَدْ جَعَلَها رَبِّي حَقًّا

"Hizo subir a sus padres al trono, y todos ellos cayeron prosternados ante él. Y José dijo: –¡Padre! He aquí la interpretación de mi sueño de antes. Mi señor ha hecho de él una realidad" (Îûsuf 12:100)

Es necesario mencionar aquí que el Profeta José (P) se refiere a un sueño que había tenido en su infancia donde vio a once estrellas que acompañaban al sol y a la luna, todas ellas se prosternaban ante él, tal y como nos cuenta el Libro Divino por boca de José (P):

 إِنِّي رَأَيْتُ أَحَدَ عَشَرَ كَوْكَباً وَ الشَّمْسَ وَ الْقَمَرَ رَأَيْتُهُمْ لِي ساجِدِينَ

"...¡Padre! He visto once estrellas, el sol y la luna. Los he visto prosternarse ante mi" (Îûsuf 12:4)

De ahí que el Profeta José (P) relacionó la prosternación de sus hermanos con el sueño que había tenido, probando que las once estrellas representaban a sus once hermanos, y el sol y la luna a su padre y madre.

Lo anterior muestra que no sólo los hermanos del Profeta José (P), sino que su propio padre –Jacob el Profeta–, se prosternaron ante él.

Ahora me permito preguntar: ¿Por qué una prosternación como ésta que significa humildad y sumisión, no tomó el nombre de i'bâdat?

Una excusa más grave que la culpa.

El grupo de escritores mencionado, no encontrando respuesta, dicen: "Ya que esta reverencia fue para obedecer una orden de Al.lah, no se considera asociación".

Pero, innecesario es decirlo, esta respuesta es confusa, ya que si la esencia de un acto es de naturaleza politeísta, Dios Alabado sea, nunca ordenará la realización de ésta.

El Libro Divino nos dice en una de sus aleyas:

 قُلْ إِنَّ اللَّهَ لا يَأْمُرُ بِالْفَحْشاءِ أَ تَقُولُونَ عَلَى اللَّهِ ما لا تَعْلَمُونَ

"Di: Ciertamente, Al.lah no ordena la deshonestidad. ¿Decís, contra Al.lah lo que no sabéis? (A’râf 7:27)

En principio Dios Todopoderoso, no altera la esencia de algo, si la causa verdadera de una postración ante un ser humano significa adoración, y este acto fue ordenado por Al.lah, al llevarla a cabo estamos obedeciendo la orden dictada por Él y al mismo tiempo adorándolo.

Solución a la duda y verdadero significado de i'bâdat.

Hasta aquí hemos demostrado que todos los monoteístas del mundo rechazan la adoración a alguien o algo fuera de Dios. Por otra parte hemos mostrado también que la prosternación de los ángeles ante Adán y la de Jacob y sus hijos ante José el Profeta, no era adoración hacia ellos.

Ahora veamos que factor provoca que un movimiento en determinada situación signifique i'bâdat, mientras que en otras ocasiones ese mismo movimiento con las mismas características esté fuera del perímetro de este significado.

Del análisis de las aleyas coránicas, se deriva que se considera i'bâdat la prosternación ante alguien que sea considerado como Dios o a quien se le atribuyan las acciones Divinas. Lo aquí dicho confirma que creer en Dios o aceptar Su poder absoluto es ese principio del cual habíamos hablado, que cuando va acompañado de una prosternación, le concede un significado de adoración y culto.

Los mushrik (politeístas) del mundo; como lo eran los habitantes de la península arábica y otros, que se inclinaban y prosternaban ante criaturas, a las cuales consideraban como creación de Al.lah pero al mismo tiempo sostenían que el Todopoderoso les había destinado tareas como el perdón de los pecados, o concedido el rango de la intercesión –shafâ'at–.

Un grupo de los politeístas de Babel adoraban a los cuerpos celestiales y los consideraban su Rabb[2](señor), no creadores de la existencia, aceptándolos como gobernadores y directores del mundo y de los hombres, y finalmente el debate que el Profeta Ibrâhîm (P) sostuvo con ellos, fue precisamente sobre estas bases; ya que los politeístas de Babel nunca aceptaron al sol, la luna y las estrellas como creador de todas las cosas, sino todo lo contrario, los consideraban como una creación poderosa a quienes se les había otorgado el gobierno y dirección del mundo.

Las aleyas coránicas, que nos recuerdan el debate sostenido entre el Profeta Ibrâhîm (P) y los politeístas de Babel, hacen énfasis en el término rabbi[3]que significa dueño y director de sus pertenencias.

El Sagrado Corán al presentar a Al.lah como el único director y conductor del mundo, inicia una polémica con el grupo de los politeístas, invitándolos a la adoración de un solo Dios verdadero:

 إِنَّ اللَّهَ رَبِّي وَ رَبُّكُمْ فَاعْبُدُوهُ هذا صِراطٌ مُسْتَقِيمٌ

"Al.lah Todopoderoso, es mi Rabb y vuestro Rabb, ¡Servidle, pues! Esto es una vía recta". (Âli 'Imrân 3:51)

 

Y en otra de sus sagradas aleyas dice:

ذلِكُمُ اللَّهُ رَبُّكُمْ لا إِلهَ إِلاَّ هُوَ خالِقُ كُلِّ شَيْ‏ءٍ فَاعْبُدُوهُ

"Ese es Al.lah vuestro Señor. No hay mas Dios que Él Creador de todo...". (An'âm 6:102)

Y en el Sura Ad–Dujân nos dice:

 لا إِلهَ إِلاَّ هُوَ يُحْيِي وَ يُمِيتُ رَبُّكُمْ وَ رَبُّ آبائِكُمُ الأَْوَّلِينَ

"No hay más dios que Él. Él da la vida y da la muerte. Vuestro Señor y Señor de vuestros antepasados" (Ad Dujân 44:8)

El Sagrado Libro nos recuerda las palabras pronunciadas por el Profeta Jesús (P) cuando dijo a los Banî Isrâ’îl:

 وَ قالَ الْمَسِيحُ يا بَنِي إِسْرائِيلَ اعْبُدُوا اللَّهَ رَبِّي وَ رَبَّكُمْ

"¡Hijos de Isrâ'îl!, servid a Al.lah, mi Rabb y vuestro Rabb"  (Mâidah 5:72)

Lo aquí expuesto, evidencia que cualquier tipo de prosternación y sumisión, aunque ésta se efectúe al máximo grado, no puede considerársele i'bâdat. Por lo tanto, la inclinación del hijo ante el padre y la madre, y la del pueblo ante el Profeta (BP), nunca será i'bâdat.

Basándonos en lo anterior, muchas de las cuestiones tales como: buscar bendiciones en las reliquias de los siervos próximos a Dios, así como besar la tumba y paredes del los santuarios de éstos, llamar o invocar a los escogidos de Al.lah en busca de ayuda, festejar el aniversario de nacimiento o muerte de estos nobles, etc., que algunos mal informados lo consideran adoración a alguien fuera de Al.lah y politeísmo, pero en realidad esto está muy lejos de poder ser considerados adoración o veneración a cualquiera fuera de Él.


[1].Milal wa Nihal, Shahristânî, t. I.

[2]. El árabe al señor o dueño de la casa lo llaman "rab-bil-Baît", y al dueño de una granja "rab-bid-Daia’ah", ya que cada uno de ellos tienen a su cargo la dirección de cada una de éstas.

[3]. SuraAn‘âm 6:76-78.




Esta pregunta se ha originado a propósito de las siguientes aleyas que, aparentemente, manifiestan la prohibición de invocar a nadie fuera de Él.

وَ أَنَّ الْمَساجِدَ لِلَّهِ فَلا تَدْعُوا مَعَ اللَّهِ أَحَداً

"...las mezquitas son de Al.lah. ¡No invoquéis a nadie junto con Al.lah! (Al Yin 72:18)

وَ لا تَدْعُ مِنْ دُونِ اللَّهِ ما لا يَنْفَعُكَ وَ لا يَضُرُّكَ

 "...no invoques, en lugar de invocar a Al.lah, lo que no puede aprovecharte ni dañarte...". (Îûnus 10:106)

Existe un grupo de creyentes que toma como pretexto estas aleyas para asegurar que la invocación a alguien, después de muerto, como por ejemplo a un santo o bien aventurado, es adorarlo y lo considera asociación.

Previamente a la contestación de esta pregunta es necesario analizar estos dos términos: du'â –súplica– e 'ibâdat–adoración.

La palabra du'â proviene del árabe y significa proclamar, invocar, llamar, y la palabra 'ibâdat venerar, adorar o rendir culto. Estas dos voces no pueden ser consideradas sinónimos, ni tampoco a cualquier invocación o llamado podemos considerarlo adoración puesto que:

Primero: En el Libro Sagrado el término da'ûat[1]–proclamar–ha sido utilizado de tal forma que no hay posibilidad de confundirlo con 'ibâdat.

قالَ رَبِّ إِنِّي دَعَوْتُ قَوْمِي لَيْلاً وَ نَهاراً

"(Noé) dijo: ¡Señor! He llamado a mi pueblo noche y día (para que se acerquen a Ti)". (Nûh 71:5)

¿Es posible asegurar que la intención de Noé era decir que "adoraba" a su pueblo noche y día?

Por lo tanto, no podemos afirmar que en esta aleya "llamar" y "adorar" tengan el mismo significado; así pues si alguien invoca al Profeta (BP) o a algún benévolo, es como si lo venerase y no significa adoración, ya que este término "invocar" o "llamar" abarca tanto el significado de adorar, venerar, respetar, etc.

Segundo: El significado de du'â en todas estas aleyas no es únicamente el de "llamar", sino que también contiene en sí el significado de "adorar", ya que estas aleyas fueron reveladas para los idólatras que consideraban a sus ídolos dioses menores. Sin duda alguna, fue la humildad que demostraban los idólatras, sus súplicas e imploraciones ante sus dioses por lo que los consideraron como posesores de los derechos de la intercesión y el perdón, dándose a conocer como dueños únicos de los asuntos de este mundo y la vida eterna. Claro está que cualquier llamado o invocación hecha a alguien que se encuentre en las condiciones anteriores debe ser considerada veneración. Un ejemplo de esto esla siguiente aleya:

فَما أَغْنَتْ عَنْهُمْ آلِهَتُهُمُ الَّتِي يَدْعُونَ مِنْ دُونِ اللَّهِ مِنْ شَيْ‏ءٍ

"Sus dioses, a los que invocaban, en lugar de invocar a Al.lah, no les sirvieron de nada...". (Hûd 11:101)

Por lo tanto, las aleyas en cuestión (72:18 y 10:106) están fuera del tema en debate, ya que nuestra polémica es acerca de cuando un ser humano implora a otro ser, al que no reconoce como Dios, ni tampoco como dueño de todos los asuntos del mundo y la otra vida, sino que lo considera un servidor de Dios, que fue nombrado por Él, profeta o Imâm y que aceptó la súplica a favor de sus siervos, ahí donde dice:

وَ لَوْ أَنَّهُمْ إِذْ ظَلَمُوا أَنْفُسَهُمْ جاؤُكَ فَاسْتَغْفَرُوا اللَّهَ وَ اسْتَغْفَرَ لَهُمُ الرَّسُولُ لَوَجَدُوا اللَّهَ تَوَّاباً رَحِيماً

"Si cuando fueron injustos consigo mismos, hubieran venido a ti y pedido el perdón de Al.lah, y si el Enviado hubiera también pedido el perdón por ellos, habrían encontrado a Al.lah indulgente, misericordioso". (An Nisâ’ 4:64)

Tercero: Estas aleyas que estamos analizando, evidencian claramente que da'ûat no significa únicamente invocar, sino también invitación a la adoración; por ello, cuando en una aleya se utiliza la palabra da'ûat inmediatamente después de leer ésta se interpreta como 'ibâdat.

وَ قالَ رَبُّكُمُ ادْعُونِي أَسْتَجِبْ لَكُمْ إِنَّ الَّذِينَ يَسْتَكْبِرُونَ عَنْ عِبادَتِي سَيَدْخُلُونَ جَهَنَّمَ داخِرِينَ

"Vuestro Señor ha dicho: ¡Invocadme (ud'unî) y os escucharé! Los que, llevados de su altivez, no Me adoren ('ibadatî) entrarán, humillados, en la gehena". (Ghâfir 40:60)

Tal y como podemos observar al comienzo de la aleya se ha utilizado el término ud'unî (invocadme) y luego 'ibadatî (mi adoración) y esto atestigua que el término da'waten este texto significa una innovación especial frente a seres a los que se les adjudicaban atributos divinos.

Conclusión:

De estos tres puntos expuestos, llegamos a la conclusión que el propósito del Sagrado Corán en esta aleya, es prohibir la invocación de los grupos idólatras que asociaban a sus ídolos con Dios, los consideraban creadores o dueños de la intercesión, se humillaban ante ellos, les suplicaban e imploraban pidiéndoles que abogaran por ellos o concedieran sus deseos, aceptándolos como dioses menores, teniendo cada uno de éstos funciones específicas, por parte de Dios, en este mundo y en la otra vida. ¡¿Qué relación tienen estas aleyas con pedir y rogar a un alma pura e inmaculada que se limitó a ser un obediente y amoroso siervo de Dios Altísimo?!

Cuando el Sagrado Corán dice:

وَ أَنَّ الْمَساجِدَ لِلَّهِ فَلا تَدْعُوا مَعَ اللَّهِ أَحَداً

"...las mezquitas son de Al.lah. ¡No invoquéis a nadie junto con Al.lah!" (Al Yin 72:18)

Se refiere a las invocaciones que hacían los árabes paganos para adorar a los ídolos o cuerpos celestes, ángeles y genios.

Esta aleya y las similares a ésta, se refieren a la invocación de algo o alguien acompañada de adoración, y sin duda que invocar con esta intención se considera adorar a ese algo o alguien. Pero ¿qué relación tienen estas aleyas con la necesidad de pedir a una persona que no aceptamos como socio de Dios, sino que él mismo es un digno y querido servidor de Dios?

Probablemente algunos se pregunten si está permitido invocar a cualquiera de los escogidos después de su muerte o únicamente se les puede hacer mientras estén vivos.

Como respuesta queremos señalar que:

Primero: Nosotros invocamos al alma de los purificados escogidos por Dios, como son el Profeta (BP) y los inmaculados Imâmes, que según las aleyas coránicas, su alma no ha muerto y continúa con vida en un lugar superior al de los mártires; y no al cuerpo que se encuentra bajo la tierra; y si acaso los llamamos cuando vamos a visitar sus tumbas, es porque sentimos que en ese lugar nuestras almas se conectan más fácil con la de ellos, además según las narraciones a este respecto, es en estos lugares donde las súplicas son aceptadas por Dios.

Segundo: El que los escogidos estén vivos o muertos no guarda ninguna relación con el monoteísmo o politeísmo que es el tema que estamos tratando. Respecto a que si en estos lugares –las tumbas de los escogidos– son o no aceptadas las súplicas e imploraciones, lo analizaremos más adelante, en otra de las preguntas.

 

[1]. N.T. Tanto la palabra du‘âcomo la palabra da‘ûat provienen de la misma raíz, da‘aûa, que significa llamar, proclamar, invocar, convocar, etc.




Respuesta Breve

El ser humano es un ser contingente que obtiene su ser  y cualidades existenciales de parte de Dios. Dios lo ha creado por medio de Su voluntad generadora como una criatura volitiva  y por  tanto lo ha elevado sobre el resto de las criaturas. Es por eso, que el ser humano es el ser más sublime dirigido por la voluntad legislativa de Dios y por ello Dios le ha dado permiso para escoger entre la obediencia y la desobediencia, para elegir su forma de vida y diseñar su propio destino.

El ser humano es la criatura escogida,  capaz de obedecer los mandatos de Dios,  cuando escoge  lo correcto,  de esta forma asciende a los niveles de la perfección acogiéndose a la Voluntad Legislativa de Dios y sometiendo sus deseos a la Voluntad Generadora de Dios y  así alcanza el nivel de regencia Divina,  un nivel que le permite obtener todo lo que desee en el Paraíso. Dado que,  ha escogido satisfacer a Dios Él le concederá ampliamente de tal forma que el ser humano estará complacido con Él y satisfecho con su propio comportamiento y conducta.

Pero,  el ser humano también puede hacer una mala elección, tomando el camino de la desobediencia y la aversión a los mandatos divinos, descendiendo al fondo del saqar((infierno). Esta sería la consecuencia de no armonizar su voluntad con la Voluntad Legislativa de Dios. Sin embargo, esta desobediencia no quiere decir que ha avasallado a la Voluntad Divina, puesto que La Divinidad, Él Mismo ha permitido (con Su voluntad) que el ser humano escoja este camino.

En otras palabras, la Voluntad Divina abarca todo el mundo de la existencia-incluyendo al ser humano y sus acciones-y como tal, trasciende jerárquicamente la voluntad humana. No equivale a la aprobación de dos causas totales, independientes,  paralelas,  generando un único efecto, esto es imposible. Por el contrario, según el principio de la “Unidad de los Actos Divinos”, el único agente independiente en el cosmos es Dios y por lo tanto,  todos los otros seres dependen de Él en su existir. Es así como la voluntad de los demás seres, la cual es un aspecto de sus propias elecciones, no es independiente ni está separada de la Voluntad Divina. Entonces, nosotros (como Shiitas) ni aprobamos el determinismo como lo hacen los Ash’aritas, quienes creen que la única voluntad en la acción es la voluntad Divina, viendo a los demás agentes como simples herramientas inútiles en manos de Dios; tampoco aceptamos el concepto de la delegación total, la cual sostienen los Mu´tazilitas, quienes creen que la Voluntad Divina debe separarse de la voluntad del ser humano, considerando entonces al ser humano como un agente soberano en sus actos volitivos. Por el contrario, nosotros, siguiendo la línea Coránica y de los Imames Infalibles, creemos que el ser humano es un agente volitivo y determinador, pero a la vez,  sabemos que está bajo el dominio de la Voluntad Divina y es gobernado por la Autoridad de Dios-encontrándose básicamente necesitado de la Voluntad y Poder de Dios.

Respuesta Detallada

La voluntad humana en términos de jerarquía está por debajo verticalmente de la Voluntad Divina y como tal depende de ésta y no puede darse independientemente y sin necesitar de Dios. Esto lo confirman muchos versículos coránicos, entre ellos el siguiente: “…pero no lo querréis a menos que lo quiera Dios, el Señor de los Mundos”. (81:29)

Sin embargo, esto de ninguna manera contradice la volición del ser humano y su responsabilidad frente a  sus pensamientos, intenciones y acciones.

Es él el agente directo de su voluntad, escogencia y conducta, pero esto es posible únicamente por medio del poder y permiso que Dios le ha dado para tomar sus decisiones.

Entonces, en muchos versículos (aparentemente contradictorios con el versículo mencionado anteriormente, el cual solo le reserva la autoridad a Dios) las acciones de los agentes naturales, incluyendo al ser humano, se atribuyen a ellos mismos, de este modo se considera al ser humano como responsable de su conducta. Y es bajo este concepto que el Corán le atribuye ciertas responsabilidades, otorgándole varias exhortaciones y advertencias. Dos de esos versículos dicen así: “…y que nada pertenece a la persona excepto aquello por lo que se esfuerza”. (53; 39); “Quien obre rectamente, obra para su propio beneficio y quien haga el mal, obra contra sí mismo. Tu señor no oprime a sus siervos” (41:46).

De otra manera, el tema tiene que ver en que la independencia del ser humano se opone o es contraria al principio de unidad de Los Actos Divinos (Unicidad creacional de las Acciones) y también a la necesidad fundamental que tiene  de Dios todo lo creado. Por otra parte, se piensa comúnmente que el ser humano ha sido predeterminado en sus acciones totalmente y que no posee poder  alguno, subestimando lo racional en todos los mandatos Divinos, las exhortaciones, advertencias y por último negando la Justicia y Sabiduría Divina. De esta forma, versículos del Corán aparentemente contradictorios deben reconciliarse entendiendo que varios de estos versículos simplemente esclarecen el significado de otros (y no se contradicen) evitando caer en las garras del determinismo o la delegación total.

Para comprender mejor este tema, debe prestarse atención a estos dos puntos:

Los múltiples caminos o formas en los que confluyen causas diferentes para producir o crear un efecto y los múltiples caminos en los cuales puede concebirse la Voluntad Divina.

La concurrencia de causas en la  generación de un efecto puede manifestarse de dos formas:

Una posibilidad es que en la manifestación de un fenómeno, únicamente una sola causa sea responsable,  por ejemplo,  El Acto Divino de la Creación en el que Dios produce directamente y sin mediación alguna de otro ser existente, o la dependencia de las concepciones humanas en la mente (en dicho caso, únicamente es la mente humana la que general los conceptos mentales e imágenes sin la mediación de algún otro agente); la otra posibilidad es que varias causas son responsables en la creación de un fenómeno. Esta posibilidad misma puede concebirse de  varias formas:

1. Varias causas son responsables de manera colectiva. En este caso, cada causa se conoce en términos técnicos como una “causa incompleta” y todas juntas se les denomina la “causa total”. Un ejemplo es la interacción del agua, la luz, el calor, la semilla, el suelo, el trabajo del granjero, etc., en el crecimiento de una planta. En este caso, no solamente es la concurrencia de múltiples causas posibles, sino que es un prerrequisito necesario para la producción del efecto.

2.  Las diferentes causas son responsables de manera alterna. Por ejemplo como si una maquina tuviera tres motores pero éstos deben funcionar uno por uno, por lo tanto, un motor comenzaría a trabajar solo después de que el anterior se haya detenido, así dándole a la maquina un movimiento constante e ininterrumpido. [Por esto, el movimiento constante que es el efecto de las tres causas alternas] en este caso, la cooperación y la combinación de todas las causas,  es necesaria para mantener el efecto. Sin embargo, no hay una dependencia particular entre las causas  como sucede en el tercer caso.

3. Varias causas dependen de las otras en la eficacia pero sin depender de ellas en sus existencias, tales como el rol que la voluntad humana, el movimiento de la mano, etc., desempeñan al producir la escritura [en tal caso, la voluntad de escribir impulsa a la mano a realizar un movimiento sobre el papel, lo que a su vez mueve la pluma, y esto luego hace que la tinta marque sobre el papel, lo que al final es la escritura] o como el soldado que obedece a su superior [en dicho caso, la voluntad del soldado para realizar cierta acción depende de que el superior le dé la orden, pero la existencia misma del soldado no depende de la existencia de su superior]

4. Dos conjuntos de causas trabajan para generar un efecto del mismo modo (hayzyyah) y desde el mismo aspecto (yahah) —a lo que técnicamente se le denomina “la concurrencia de dos causas completas en la generación de un efecto”. Un ejemplo de ésto es un pequeño escrito en el extremo de una hoja, elaborado por dos personas simultáneamente. O si una planta en particular tuviera que crecer por el trabajo de dos grupos distintos e independientes de causas, como el suelo, el granjero, la semilla, etc., simultáneamente. En este caso, resultaría una “exclusión mutua”  y por lo tanto [el que se lleve a cabo] este caso es imposible. Porque la mediación (el trabajo, el acto) de cada conjunto obstaculizaría la influencia del otro, haciendo que uno haga al otro inefectivo (lo que significaría que dos causas totales en realidad no han concurrido y únicamente una sola ha generado el efecto unilateralmente) o ambas mutuamente obstaculizando la mediación de la otra (lo que significaría que ninguna de las causas completas se concretaron como para hacer parte de la creación de un efecto). Entonces, como esto es imposible, no existe ejemplo alguno de ello.

            Varios grupos o conjuntos de causas, asociadas verticalmente generan un efecto individual, de tal forma que la causa inferior depende de la superior en su orden de existencia, así como en su agencia(o eficacia); por ejemplo, la relación entre los abuelos y los padres en la procreación de los hijos de estos.

            Teniendo en cuenta la clasificación anterior, debe explicarse bajo cuál de las categorías anteriores se ubica la concurrencia de la Causa Divina, el actuar  y  voluntad de Sus criaturas—incluyendo a los seres humanos.

            Si esta concurrencia es del primer tipo, del segundo o tercero, el resultado sería la independencia existencial del ser humano y el resto de las criaturas de Dios, lo cual objetaría la Unidad de los Actos Divinos. Así, bajo un análisis exhaustivo, la posibilidad de estos ejemplos demostraría lo inaceptable. No puede ser de la cuarta categoría porque no tiene manifestación alguna en la realidad. Aún más, es un error pensar como imposible la concurrencia de la voluntad humana con la Voluntad Divina dado que el ser humano no existiría sin su conexión con Dios y entonces su efecto total siendo paralelo a Dios no es posible[1] como para producir la potencialidad de la concurrencia simultánea y paralela en la generación de un efecto.[2]

            Entonces la única categoría plausible es la última; es decir, la voluntad humana y su efecto son verticalmente inferiores a la Voluntad Divina y Su Efecto.

            Sin embargo para comprender de qué manera la concurrencia Divina y la voluntad humana no contradicen a la voluntad del hombre, en esta posición vertical,  debe prestarse atención a las diferentes formas de la Voluntad Divina.

En una clasificación general, la voluntad Divina se puede entender de dos formas:

1. La voluntad de Esencia

2. La Voluntad de Acción

            La segunda se subdivide en la voluntad generadora y la voluntad legislativa.

            La Voluntad de Esencia: Es la voluntad Divina propia de Él sin la necesidad de  tener en cuenta a las criaturas o a la relación de Dios con ellas. De aquí que, es igual a la Esencia Divina y es el requerimiento necesario de la volición Divina, No está condicionado por otro agente, no es avasallado por nada y Él no necesita de nada en su relación con todas las criaturas. El ser humano y su relación frente a Dios no desempeñan ningún papel en este aspecto de la voluntad Divina.

            La Voluntad Generadora de Acción: Esta es la voluntad de Dios al establecer el destino; es decir, incumbe a los sistemas que dominan el cosmos, ¿cómo surgen las cosas y cómo funcionan?, sus objetivos definidos. Esto se manifiesta en la creación de los seres en formas diferentes, y en tiempos diferentes.

            En el mundo de la existencia la voluntad generadora Divina gobierna  a todo el conjunto de Existentes, incluyendo al ser humano y por lo tanto ningún ser tiene autoridad de escogencia o de violarla. Como se mencionó en los versículos: Sura 41; 11 y Mariam 93.

ثُمَّ اسْتَوَى إِلَى السَّمَآءِ وَهِيَ دُخَانٌ فَقَالَ لَهَا وَلِلأَرْضِ ائْتِيَا طَوْعاً أَوْ كَرْهاً قَالَتَآ أَتَيْنَا طَآئِعِينَ

«Luego, se ha dirigido a los cielos que eran humo y les ha dicho a ellos y a la Tierra: Venid a

Mí de buen grado o a la fuerza. Y ellos han dicho: Venimos de buen grado

(41:11)

 

إِن كُلُّ مَن فِي السَّمَاوَاتِ وَالأَرْضِ إِلآَّ ءَاتِي الرَّحْمَنِ عَبْداً

No hay nadie en los cielos y la Tierra que no venga como siervo ante el Clementísimo

(19:93)

 

            El ser humano ha sido creado como una criatura volitiva basado en la voluntad Generadora Divina de Acción y no puede despojarse a sí mismo de la capacidad de escoger libremente y con voluntad. Gústele o no debe actuar conforme a su voluntad, escoger el camino que desee seguir y determinar su propio destino. No tiene libertad de escogencia en ser una criatura volitiva, así como no tiene la posibilidad de escoger a sus padres, a su género o su apariencia física.

La Voluntad de Acción Legislativa. Esta voluntad es igual a la legislación divina para la voluntad y el ser humano volitivo.[3] En todo acto que implica la creación de ley para la humanidad, nadie puede compartir la autoridad con Dios y nadie es capaz de alterar las leyes antes de que estas lleguen a la gente.

Por lo tanto, los ángeles, los profetas y los sucesores de los profetas tienen el deber de entregar las leyes intactas que se les han revelado sin la más mínima alteración y deben interpretarlas y aclararlas a la gente únicamente dentro del marco designado por Dios. Es en este nivel, es decir el implementar estas normas en donde se le ha dado al ser humano la capacidad de obedecer o desobedecer según lo que desee.

Según esto, al tomar la decisión correcta, puede el ser humano armonizar su voluntad con la voluntad de Dios, el Supremo,  y al satisfacerse con la voluntad generadora Divina puede decidir morar incondicionalmente bajo la voluntad legislativa Divina por lo tanto asegurando su felicidad final y alcanzando la tranquilidad del Paraíso hasta tal punto en el que Dios satisfará todos sus deseos, cuales fueran, de una manera inmediata:

وَالَّذِينَ ءَامَنُوا وَعَمِلُوا الصَّالِحَاتِ فِي رَوْضَاتِ الْجَنَّاتِ لَهُم مَّا يَشَآءُونَ عِندَ رَبِّهِمْ ذَلِكَ هُوَ الْفَضْلُ الْكَبِيرُ

“…Y aquellos que creen y realizan buenas acciones estarán en los jardines del paraíso: Tendrán lo que desean junto a su Señor. Este es el Gran Favor.”

(42:22)

Ya que prefirieron la satisfacción Divina por encima de sus deseos, Al-lah (SWT) estará complacido con ellos y los premiará tanto que estarán regocijados por lo que hicieron y junto a Al-lah.

 

جَزَآؤُهُمْ عِندَ رَبِّهمْ جَنَّاتُ عَدْنٍ تَجْرِي مِن تَحْتِهَا الأَنْهَارُ خَالِدِينَ فِيهَآ أَبَدًا رَضِيَ اللَّهُ عَنْهُمْ وَرَضُوا عَنْهُ ذَلِكَ لِمَنْ خَشِيَ رَبَّهُ

Su recompensa junto a su Señor serán los Jardines del Edén, de cuyas profundidades brotan los ríos, en los que estarán eternamente, para siempre. Dios estará satisfecho de ellos y ellos lo estarán de Él. Eso será para quien tema a su Señor.

(98:8)

De esta manera el ser humano puede desear aquello que Al-lah desea y estar satisfecho con la satisfacción legislativa existencial Divina, rechazando buscar cualquier cosa que Dios no quiera para él.

لاَ تَجِدُ قَوْماً يُؤْمِنُونَ بِاللَّهِ وَالْيَوْمِ الأَخِرِ يُوَآدُّونَ مَنْ حَآدَّ اللَّهَ وَرَسُولَهُ وَلَوْ كَانُوا ءَابَآءَهُمْ  أَوْ أَبْنَآءَهُمْ أَوْ إِخْوَانَهُمْ أَوْ عَشِيرَتَهُمْ أُوْلَئِكَ كَتَبَ فِي قُلُوبِهِمُ الإِيمَانَ وَأَيَّدَهُم بِروحٍ مِنْهُ وَيُدْخِلُهُمْ جَنَّاتٍ تَجْرِي مِن تَحْتِهَا الاَنْهَارُ خَالِدِينَ فِيهَا رَضِيَ اللَّهُ عَنْهُمْ وَرَضُوا عَنْهُ أُوْلَئِكَ حِزْبُ اللَّهِ اَلآ إِنَّ حِزْبَ اللَّهِ هُمُ الْمُفْلِحُونَ

No encontraras a un pueblo que crea en Dios y en el Último día que simpatice con quienes se oponen a Dios y a Su Mensajero, aunque sean sus padres o sus hijos o sus hermanos o la gente de su tribu. Ellos son a quienes Él ha escrito la fe en sus corazones y les ha fortalecido con un espíritu procedente de Él y les hará entrar en Jardines bajo los cuales brotan los ríos, en los que vivirán eternamente. Dios está satisfecho de ellos y ellos están satisfechos de Él. Ellos son el partido de Dios. ¿No es, en verdad el partido de Dios quienes son los triunfadores?

(58:22)

Cuando el ser humano actúa de ésta manera habrá dispuesto conforme a la voluntad legislativa y generadora Divina, aunque la voluntad y potencialidad humana  han sido concedidas al ser humana por ésta misma Voluntad generadora Divina y de tal forma su existencia y voluntad son una prolongación de la voluntad y la existencia de Dios Todopoderoso.  Esta concurrencia no acarrea contradicción alguna y es posible porque no es la concurrencia de dos causas finales en la generación de un efecto.

            Al mismo tiempo no le han sido negadas la voluntad y volición humana.  Por el contrario, debido a que Dios le ha dado el permiso para disponer y escoger, él determina que camino desea seguir y cuando hace esto terminará disponiendo lo que Dios ha dispuesto.

Si el ser humano desobedece y viola la voluntad legislativa de Dios, haciendo lo que a Dios le disgusta, lo habrá hecho bajo su propio consentimiento y entonces, se habrá arrojado hacían un destino desgraciado. Pero ésta desobediencia no es una violación de la voluntad  generadora de Dios, porque Él por medio de ésta creó al ser humano como un ser que puede determinar  con voluntad propia,  y como tal le ha dado la capacidad de desafiar Su voluntad legislativa.  En consecuencia, este desafío no significa que el ser humana pueda avasallar la voluntad y el poder de Dios Todopoderoso. Dios puede privar al impotente ser humano de su voluntad y poder cuandoquiera y al respecto dice en Su libro Sagrado:

أَمْ حَسِبَ الَّذِينَ يَعْمَلُونَ السَّيِّئَاتِ أَن يَسْبِقُونَا سَآءَ مَا يَحْكُمُونَ

¿Acaso quienes hacen el mal piensan que podrán escapar de Nosotros? ¡Qué mal juzgan!

(29:4)

Para resumir: En el dominio de la voluntad generadora y el proceder de la legislación Divina misma, el ser humano no puede ejercer ninguna influencia, sin embargo y aquí surge la pregunta de la concurrencia entre la Voluntad Divina y la voluntad del ser humano.

            Cuando se trata de morar bajo la voluntad legislativa, la voluntad del ser humano es ontológicamente una extensión de la voluntad Divina. Si obedece los mandatos Divinos,  se habrá alineado su decisión con lo que  Dios quiere y como tal estará complacido con la voluntad generadora de Dios. Con esta decisión correcta habrá asegurado un final feliz para sí mismo. Si desobedece, contrariando lo que Dios quiere, habrá actuado únicamente en contra de sí mismo, sin dañar de ninguna manera a la creación o a Dios, porque Dios Todopoderoso por medio de Su voluntad Generadora le ha concedido la capacidad de desafiar y desobedecer pero a la vez, por medio de Su voluntad Legisladora, le ha advertido de las consecuencias que conlleva esta forma de proceder.

            Entonces podemos decir que al tomar la decisión incorrecta desobedeciendo a Dios, habrá incurrido en su ira. Aunque de una manera arrogante pueda pensar que al actuar de  ésta manera habrá avasallado a la voluntad de Dios, la realidad es que las criaturas no pueden nunca, ni siquiera desobedeciendo,  escapar del Dominio, Poder y Voluntad de Dios. Las criaturas siempre necesitan de La Esencia Más Sagrada.

            Es por esto que el Corán dice:

مَآ أَصَابَكَ مِنْ حَسَنَةٍ فَمِنَ اللَّهِ وَمَآ أَصَابَكَ مِن سَيِّئَةٍ فَمِن نَفْسِكَ وَأَرْسَلْنَاكَ لِلنَّاسِ رَسُولاً وَكَفَى بِاللَّهِ شَهِيداً

Lo bueno que te sucede proviene de Dios y lo malo que te sucede proviene de ti mismo. Te hemos enviado a los hombres como un Mensajero. Basta Dios como testigo

(4:79)

Aunque  todo proviene de Dios Todopoderoso y nada sucede sin Su consentimiento, el tema es que Él no considera apropiado para el ser humano las malas acciones y la desobediencia,  y es el ser humano mismo quien, al usar inapropiadamente su voluntad, escoge hacer el mal.

وَإِن تُصِبْهُمْ حَسَنَةٌ يَقُولُوا هَذِهِ مِنْ عِندِ اللَّهِ وَإِن تُصِبْهُمْ سَيِّئَةٌ يَقُولُوا هَذِهِ مِن عِندِكَ  قُلْ كُلٌّ مِنْ عِندِ اللَّهِ فَمَالِ هَؤُلآءِ الْقَوْمِ لاَ يَكَادُونَ يَفْقَهُونَ حَدِيثاً

Pero si les ocurre algo malo dicen: ≪Esto procede de ti.≫4 Di: ≪Todo viene de Dios≫ Lo que ocurre con esa gente es que apenas entienden lo que sucede.

(4:78-79)

            Sin embargo admitimos que comprender la relación de la volición humana con la Voluntad Divina (el inmutable sistema cosmológico) es algo difícil. Precisamente por ésta razón que  quienes no está familiarizados con la revelación Divina y la Escuela de Pensamiento de Ahlul Bayt (a.s.) se han desviado a polos extremos al respecto.

            Un grupo, Los Mu’tazilitas concluyeron que el ser humano ha sido dotado de una autonomía absoluta y como tal es el único agente implicado en sus acciones. Por esto han sido llamados “Quienes Apoyan La Delegación[4]; otro grupo, Los Ash’aritas pensaron que el ser humano carecía de cual quiere participación en la conducción de sus acciones, entonces al estar obligado en sus actos, sin libre albedrio y el derecho a escoger. Por esto fueron llamados “Los que apoyan la Compulsión” (Yabbariun). Pero la realidad y el camino correcto es el camino intermedio, es decir, ni la delegación ni la compulsión.

            La voluntad generadora de Dios concurre con la voluntad humana en un sentido vertical. Si el ser humano obedece, entonces,  la voluntad Legisladora Divina y la voluntad humana estarán en armonía, pero si desobedece, su voluntad y acción serán despreciadas por Dios. Esto no significa que el ser humano esté libre del Dominio y Soberanía Divina. Esta desobediencia solamente significa que quedará desterrado de la Misericordia Divina como resultado de su propia decisión de utilizar mal la volición y el libre albedrío.

Fuente: Fe y Razón; Preguntas de Teología Islámica, Por: Ayatolá Mahdi Hadavi Tehrani

www.islamoriente.com

Fundación Cultural Oriente

 

[1] Porque esto significaría que el ser humano es independiente de Al-lah (s.w.t) en su existencia

[2] La razón por la que se dice esto es que aquellos que han rechazado la concurrencia de la Voluntad Divina con la voluntad humana primero asumieron que la única forma en la que dos causas pueden concurrir es si son paralelas en su efectividad y causación.

[3] Este concepto se abstrae del acto de la legislación misma y externamente no tiene representación mas que la legislación misma. Sin embargo, la mente del ser humano la abstrae del concepto de la legislación misma y la trata como una entidad diferente, aunque aparentemente ambos conceptos se refieran a la misma cosa. (Tr.)

[4] Este nombre surge por el hecho que ellos asumían que Dios le ha delegado Su autoridad al ser humano en el ámbito de las acciones voluntarias y por lo tanto Dios no toma parte en las acciones del ser humano. (Tr.)


Pagination